Abdo es rehén de su adversario, dicen
Para la diputada Celeste Amarilla (PLRA), el acta entreguista de Itaipú significó un antes y un después en la presidencia de Mario Abdo Benítez.
Reveló que cuatro minutos antes de que los cartistas firmaran el libelo acusatorio, Abdo se rindió ante su enemigo y quedó desde entonces como rehén de su partido y de su principal adversario, Horacio Cartes.
“El primer año estuvo marcado por la improvisación, pues entró sin un plan de gobierno, sin embargo preparó el gabinete con los hombres y mujeres claves para el negocio paralelo. Al decir de personas de su primer anillo, en las reuniones con Benigno López (Ministro de Hacienda) hablan más de negocios que del país”, manifestó la liberal.
Dijo que ve al Presidente muy poco preocupado por el país y por fortalecer su apoyo político. “Descuidó a sus parlamentarios, a quienes no incluyó en ningún plan y al parecer en ningún negocio, por lo cual diputados y senadores cada uno buscó su camino con o sin el Presidente de la República”, indicó.
También dijo que la bancada Añetete, ya débil de nacimiento, sobrevivió el primer año con escaso protagonismo y mucho más escaso interés en el Presidente, votando a veces a su favor y a veces en contra de proyectos del Ejecutivo.
Indicó que el gobierno de Abdo Benítez termina el año con más penas que glorias, pero con los negocios bien encaminados, con el gabinete contento, estructurando cada uno, asegurando su futuro crecimiento patrimonial, hasta que llega marzo 2020 con la peor catástrofe que ninguno podíamos imaginar: la pandemia por el COVID-19.
Amarilla declaró que la debilidad que nos da el miedo despertó en todos un sentimiento de unidad nacional lo que legitimó al Presidente como nuestro comandante y al ministro de Salud, Julio Mazzoleni, como el capitán del barco.
“El tercer 15 de agosto de Marito puede ser el primer día del último año, y no amerita ningún festejo”, enfatizó la legisladora sobre el segundo año del Gobierno.