Lanzan campaña contra abuso en niñas
Los Ministerios de Salud Pública, de la Niñez y la Adolescencia, de Educación y Ciencias y del Trabajo, Empleo y Seguridad Social lanzaron ayer la campaña denominada “Ñañangareko” para concienciar a la ciudadanía sobre el abuso sexual en menores y el abuso sexual en niñas. Cuenta además con la participación del Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA) y el Gobierno de la India.
La campaña busca sobre todo reforzar su mensaje a la ciudadanía de que una niña embarazada es una persona que ha sido víctima de un abuso sexual.
“Toda niña o adolescente que se embarazó es porque ha sido violada”, es el mensaje que claramente quieren transmitir los impulsores de “Ñañangareko” a la población paraguaya.
Resalta que las uniones tempranas de niñas y adolescentes con hombres mayores de edad son una práctica muy arraigada aún y a veces consentida por los progenitores de las afectadas y demás adultos de la familia.
Esto pese a que existen leyes como la 6002/17 que determina que los hombres a quienes se les atribuye ser parejas de menores de 14 años pueden ser imputados por abuso sexual con una expectativa de pena de hasta 20 años de cárcel, o la 5419/15, que establece que todas las personas que no hayan cumplido los 18 años de edad no podrán casarse legalmente, con excepciones a partir de los 16 años.
La Encuesta Permanente de Hogares (EPH) de 2017 puso el problema en números: 45.547 mujeres de entre 13 y 19 años de edad están unidas en concubinato o en matrimonio. Esta situación se da con mayor frecuencia en las zonas rurales que en las áreas urbanas.
Estas niñas y adolescentes pronto se convierten en madres, dejan de estudiar y viven subordinadas a sus parejas, que en 85 por ciento de los casos son mayores de edad.
Derechos vulnerados
Los casos de embarazos y muertes en parto de las niñas y adolescentes son el resultado de la vulneración del derecho a la vida y otros derechos, como el del acceso a la educación sexual integral y a la educación sexual y reproductiva, a la vida libre de violencia, a decidir con quién y cuándo formar una familia, a la salud, al desarrollo integral y a una vida de calidad, que figuran tanto en la Constitución Nacional, así como el Código de la Niñez y la Adolescencia.
El embarazo adolescente es también consecuencia de la vulneración del derecho a la protección contra la violencia, el abuso, el tráfico y la explotación que, según la Constitución Nacional, recae en la familia, la sociedad y el Estado.