Realizan últimos ajustes para PGN 2021
El Ministerio de Hacienda entra en la última etapa de consolidación del proyecto de Presupuesto General de la Nación (PGN) para el 2021, a fin de ponerlo a consideración del presidente de la República, Mario Abdo Benítez, a más tardar el fin de semana para su aprobación.
La fecha tope para presentar el proyecto al Congreso es el martes 1 de septiembre y, según los técnicos de la cartera fiscal, utilizarán este plazo máximo para entregar el documento.
Los técnicos señalaron que continúan con el proceso de ajustar los números al nivel de los ingresos esperados, porque según las proyecciones serán escasos, aun cuando se estima un crecimiento del 5% para el año venidero.
La reducción de las recaudaciones será una consecuencia de que la mayoría de las empresas quedaron fuertemente golpeadas durante la cuarentena, que paralizó las actividades económicas y muchas continúan con problemas para empezar a operar en esta fase 3, etapa en que se volvió a establecer ciertas restricciones.
Los ingresos tendrían en el presente ejercicio una caída de US$ 600 millones con relación a la expectativa que se tenía al inicio del año en curso, cuando todavía no existía crisis por covid. El año pasado el fisco recaudó US$ 400 millones menos.
Los técnicos adelantaron que están ajustando los números para que el plan de gasto 2021 quede, a lo sumo, al mismo nivel del presupuesto 2020 inicial, que asciende a G. 86,3 billones (US$ 13.525 millones).
El presupuesto vigente hasta julio último, sin embargo, aumentó a G. 96,6 billones (US$ 15.139 millones), luego de los préstamos y la emisión de bonos autorizados por ley de emergencia sanitaria para enfrentar el covid-19.
El proyecto prevé de nuevo una emisión de bonos por con una deuda pública de US$ 12.553 millones, lo que equivale a 34,7% del PIB, por encima ya del tope razonable considerado por organismos y economistas locales.
US$ 500 millones para pagar deudas y gastos de capital.
Además, de acuerdo a lo que se maneja, el presupuesto es elaborado sobre la base de un crecimiento económico del 5% como efecto rebote tras una caída de 3,5% prevista para el final del año, de una inflación del 3,8% y un tipo de cambio nominal de G. 7.092 por dólar.