Por violencia intrafamiliar, policía va a Emboscada
LUQUE (Gladys Villalba Jara, corresponsal). El juez Nelson Romero tuvo a su cargo la imposición de medidas al suboficial primero Pablo Galli López y se allanó al pedido hecho por la fiscala Fátima Villasboa de aplicar la prisión preventiva. El agente, que está imputado por violencia intrafamiliar, fue trasladado al penal de Emboscada.
Según la fiscala, el caso le fue comunicado a su unidad el martes de noche por agentes de la comisaría 46ª de Isla Bogado, día en que ocurrió el brutal maltrato. Según el relato, la víctima salió de su casa corriendo en busca de ayuda tras ser violentada por su pareja sentimental, Pablo Galli.
Pero la joven fue alcanzada por el policía, que la agarró del cabello y la arrastró por el empedrado. Luego a la fuerza, la metió de nuevo a su vivienda. Todo quedó filmado en el circuito cerrado del vecindario.
Villasboa agregó que fueron los vecinos quienes alertaron del hecho a la comisaría, cuyos agentes fueron al lugar, momento en que la pareja manifestó que solo se trato de “un juego sexual para salir de la rutina”. Los policías comunicaron el caso vía telefónica a la fiscala alegando que “no notaron rastros de violencia en la mujer”.
Ante la duda de lo sucedido, la fiscala solicitó a los policías que trasladen a la joven a un centro asistencial para el chequeo médico y que remitan a la fiscalía dicho informe médico, pero estos no acataron la orden. Al día siguiente, tras la insistencia de la fiscala sobre el informe médico, los agentes solo presentaron el parte policial donde constaba lo que ya manifestaron por teléfono.
Posteriormente los hermanos de la víctima se presentaron ante Villasboa para denunciar que fueron los mismos oficiales de la comisaría 46 quienes “aconsejaron” a su camarada a decir que todo se trató de un juego sexual. Ante esta situación la fiscala presentó el jueves de tarde una denuncia en el Ministerio Público por frustración a la persecución penal en contra de los policías.
Villasboa dijo que la víctima fue contenida sicológicamente en el Centro de Atención a Víctimas del Ministerio
Público, donde la misma aseguró que en ningún momento se trató de un juego sexual, sino de un hecho de violencia a raíz de una discusión que se inició por los celos de su pareja y afirmó que ella salió corriendo de la casa para pedir ayuda, pero fue alcanzada nuevamente por su pareja Pablo Galli.
La fiscala Fátima Villasboa agregó que la mujer fue chequeada en el centro médico y que el informe al respecto detallaba la existencia de hematomas nuevos y antiguos.
“Ella en todo momento demuestra sentimiento de culpa. Está en una situación bastante vulnerable, incluso la familia tiene mucho miedo. Los hermanos (de la mujer) también declararon y mencionaron que la familia siempre estuvo en conocimiento pero que nadie se quiso meter por temor a la condición de efectivo policial (del victimario)”, expresó Villasboa.