ABC Color

Ganar lo que vale

-

Mt 16,21 - 27

El ser humano quiere “ganar”: ganar plata, ganar la carrera y todo lo demás, pues, normalment­e, la palabra “perder” nos incomoda, ya que significa que se nos quita algo, parece que nos volvemos menos que antes.

El Evangelio muestra una expresión contradict­oria de Jesús, en relación a los criterios humanos: “El que quiera salvar su vida, la perderá, y el que pierda su vida a causa de mí, la encontrará”.

La pauta central es “a causa de mí”, pues Cristo es el centro del universo y debería ser también el de nuestras vidas. Entonces, quien arriesga todo para servir y agradar al Señor, gana la vida, pero la que vale delante de Dios.

Sin embargo, la fascinació­n del mundo es poderosa y muchas veces uno prefiere el éxito faranduler­o de acuerdo con las vanidades y la soberbia. Es decir, no está muy interesado en seguir al Señor, sino en consumar su proyecto egoísta.

Y “pierde la vida” en el sentido de no captar la ternura con que Dios nos acompaña, en la liberación que significa la humildad y la grandiosid­ad de ser solidario. Jesús nos hace una pregunta más molesta: “¿De qué le sirve al hombre ganar el mundo entero si pierde su vida?” Y hay un riesgo de perderse para siempre.

Cuando la persona no vive las enseñanzas del Evangelio, hasta puede ganar mucho dinero y renombrado­s trofeos, pero todo esto es un triste castillo de naipes y, el tiempo y las sorpresas de la existencia destrozan lo que no vale.

Un cristiano no tendría que temer “perder la vida” por causa de Jesús, no tendría que estar pendiente de aplausos, pero sí querer los aplausos del Señor.

Para ganar la vida que realmente importa no hay que asustarse al tomar la propia cruz, renunciar a sí mismo y caminar tras las huellas del Salvador. En este sentido, san Pablo usa una profunda expresión: “No tomen como modelo a este mundo. Por el contrario, transfórme­nse interiorme­nte renovando su mentalidad”.

Para ganar la vida que vale, ya sea vivirla hoy con un sentido auténtico, ya sea el extraordin­ario triunfo del Paraíso, no hay que usar los modelos materialis­tas que nos presionan, sino hay que renovarse por dentro y ser más coherente.

Seguir a Cristo es seguir a una Persona, no es discutir ideas, es, en fin, el testimonio de valores que generan vida y, si para tanto, hay que dominar la ambición, que la dominemos, pues esto es ganar la vida y la paz de espíritu.

Paz y bien. hnojoemar@gmail.com

Newspapers in Spanish

Newspapers from Paraguay