Rumores que matan
Un rumor que la semana pasada se propagó como lo suelen ser los actos mal intencionados –arrastrado, rápido y letal– sobre el posible cierre de la oficina del Consulado Paraguayo en Posadas, habilitada en el marco de la pandemia del covid-19 en la zona primaria del puente internacional San Roque González de Santacruz, en el lado paraguayo, causó pánico a una gran cantidad de personas. El servicio que presta esta dependencia de canalizar la entrega de medicamentos a los pacientes que siguen su tratamiento en el lado argentino es para muchos un factor que marca la diferencia entre la vida y la muerte. Si bien el tema hasta ahora no pasó de un mero rumor, aparentemente esta posibilidad sigue al acecho, motivada en una situación de celos y pujas internas en la sede de la legación, en Posadas, con el guiño cómplice de otros funcionarios de la Cancillería, que no ven con agrado que las iniciativas y las buenas ideas provengan de otros que no sean ellos mismos. Una actitud que, dicho sea de paso, no debe sorprender, pues es muy propia de nuestra “idiosincrasia criolla”, que ve en el éxito ajeno no un ejemplo a imitar, sino un objetivo a sabotear y destruir. Lo vemos en prácticamente toda actividad de la vida nacional. Desde una comisión pro capilla, hasta los más altos e insospechados niveles del ámbito público. Y con particular vehemencia en la actividad política, donde abundan los que ponen palos a la rueda, los saboteadores dispuestos a torpedear la nave, aun a riesgo de hundirse con ella. Esperemos que la sensatez y el sentido de compromiso con el pueblo se impongan ante una maliciosa intención de abortar un servicio que está llenando una necesidad en el actual estado de emergencia sanitaria que viven muchos compatriotas y extranjeros residentes en Itapúa. Este servicio, que tal vez contradiga a la heterodoxia de una burocracia estéril, ayuda a salvar vidas. Por encima de la mirada mezquina de personas carentes de respeto por el sufrimiento ajeno, se debe imponer el sentido de projimidad, tan ausente en estos tiempos, y el deber de servicio a la gente.