Engañoso proyecto de Presupuesto.
El Poder Ejecutivo había prometido un importante ajuste de cinturón en el sector público a partir del año que viene, para empezar así a compensar el tremendo desborde fiscal que se produjo este año por la pandemia del coronavirus. Sin embargo, lamentablemente, no es esa la intención que se refleja en el engañoso proyecto de Presupuesto General 2021 que remitió ayer al Congreso Nacional. Los números absolutos podrían sugerir lo contrario, pero las señales enviadas ya en el mismo mensaje presidencial dejan entrever que no existe verdadera voluntad de achicar el Estado y restablecer un cierto equilibrio que permita al país retomar su interrumpido camino de crecimiento y desarrollo con relativa estabilidad, que hasta hace poco era la envidia de los países de la región. Al sector privado no le quedó otra opción que hacer su ajuste, con reingeniería de empresas, pérdidas de ingresos y de empleos, congelamiento de salarios, postergación de proyectos, quiebras; la gente en la calle está haciendo lo que puede y usando toda su energía e imaginación para poder mantenerse a flote, muchas veces a duras penas. Ahora le toca al Estado.