Piden control de gastos y austeridad para volver a la senda del equilibrio
Insistir en tener un control de gastos más exhaustivo y una política agresiva de austeridad en el PGN 2021, que permita volver a la senda del equilibrio fiscal lo antes posible, reclaman gremios empresariales y economistas.
Para el economista y exministro de Hacienda César Barreto, la recaudación tributaria estaría por debajo del potencial el próximo año, y esto se debe a que el ingreso del Impuesto a la Renta será muy bajo en el 2021 por el efecto de la pandemia en las utilidades de las empresas.
Según Barreto, la recaudación volvería a su nivel potencial recién en el 2022, por lo que estima que sería más razonable un déficit de alrededor del 3% del Producto Interno Bruto (PIB) para el año próximo.
En su proyecto presentado ante el Congreso, el Ministerio de Hacienda plantea cerrar este año con un saldo rojo del 4% del PIB, y de concretarse sería el tercer año consecutivo que sobrepasa los límites establecidos en la Ley de Responsabilidad Fiscal.
Barreto sostiene que lo correcto y crucial para el presupuesto 2021 es un riguroso control de los gastos corrientes, con mucha austeridad en todo el sector público. Pero lo que no sería razonable es bajar la inversión pública debido a la menor recaudación.
Normalización en 2022
“Sin embargo, insisto en lo siguiente: Si la economía ya recupera su nivel y crecimiento potencial para el 2022 así como la recaudación tributaria, el déficit fiscal debería reducirse al 1,5% del PIB, que es el tope fijado en la Ley de Responsabilidad Fiscal vigente”, agregó Barreto.
Dijo además que no habría justificación razonable para continuar con un déficit superior al 1,5% del PIB a partir del 2022.
Un mal necesario
A su vez, el analista financiero Amílcar Ferreira indicó que el planteamiento del Ministerio de Hacienda de seguir sobrepasando el tope del déficit fiscal hasta el 2023 es un “mal necesario” en este momento, porque el país necesitará seguir invirtiendo principalmente en obras de infraestructura.
“Es un mal necesario en este momento, porque el impacto de la pandemia ha sido muy importante. Entonces, el camino sería una reducción drástica, que sería dejar de hacer inversiones el próximo año o una reducción gradual, o el mal menor, que es la reducción gradual, porque eso permitiría seguir invirtiendo con un poco de obra pública para después volver al equilibrio”, expresó. Sin embargo, aclaró, que además de aumentar el déficit fiscal, “tiene que haber un esfuerzo de austeridad en los gastos corrientes y en las compras públicas por parte del Estado”, donde según el experto está el principal derroche de fondos.
“Todos esos recursos que se roban, por la enorme corrupción que todavía se permiten, debe terminar”, enfatizó. Agregó que el déficit del 1,5% debería volver, a más tardar, en el 2023.