Pocas lluvias para este mes
A pesar de que los productores aseguraron el pasado miércoles al ministro de Agricultura, Ing. Agr. Santiago Bertoni, de que existe suficiente volumen de oferta de tomate nacional, la realidad del mercado demuestra la escasez, lo que genera el alto precio de la hortaliza. Ayer llegó a cotizar a G. 160.000 la caja de 20 kg. en el Mercado de Abasto de Asunción.
Las medias verdades de productores e importadores, los datos dudosos de las estadísticas de precios de la Dirección de Comercialización del Ministerio de Agricultura y Ganadería, el descrédito de los comerciantes y la desnaturalización de un certificado sanitario (afidi) para su uso político, hacen que el alto precio del tomate finalmente lo paguen los consumidores.
En el marco del inicio de la campaña agrícola 2020/2021, porque el año agrícola empieza con la primavera, el Instituto de Biotecnología Agrícola (Inbio) difundió ayer su boletín de perspectivas climáticas para tres meses.
El pronóstico indica que para este setiembre, el patrón de distribución de la precipitación se mantendría en niveles escasos, en comparación a la media normal del mes en gran parte del territorio
Actualmente se ofrece a unos G. 12.000 por kg. e incluso un poco más alto al detalle, en los locales comerciales.
Referentes de mercadeo, especialistas en tomate, estiman que la producción nacional solo cubre actualmente un 30% de la demanda. Los productores dijeron el miércoles pasado al ministro Santiago Bertoni, que en finca se vende a G. 5.000 el kilogramo; sin embargo, comerciantes del Abasto indicaron a nuestro diario que el precio en finca ofrecido por los productores es de entre G. 6.000 y G. 6.500 “al barrer”. Dicha cifra proyectada sobre 20 kilogramos arroja G. 120.000 la caja, pero sumando las costos de flete, embalaje, selección, estibaje, depósito y comisión por venta, lo eleva a unos G. 160.000. nacional. Estos niveles de déficit se concentrarían en el extremo norte de la Región Oriental.
Para octubre próximo señala un pronóstico con precipitaciones gradualmente en aumento y concentrándose sobre tres áreas del territorio nacional, dónde se tendrían lluvias con niveles normales incluso superando las habituales para el histórico del mes. Los tres focos serían el norte del departamento de Alto Paraná, el
La expectativa del sector productivo es que en la nueva campaña que se inicia este mes se pueda repetir la exitosa cosecha sojera anterior, pero para eso se necesita que ocurra un periodo de lluvias que permita cargar suficientemente de humedad al suelo, explicó Cristaldo.
Advirtió que no es conveniente sembrar en “seco” como algunos suelen hacer, en espera de la lluvia, por más que el pronóstico asegure que en los días posteriores caerán precipitaciones, porque el clima está muy incierto y la “ventana” de siembra podría ser muy ajustada este año.
Anunció que como es tradicional, la Federación de Cooperativas de la Producción (Fecoprod), que organizará el acto de lanzamiento de la campaña sojera 2020/2021, en esta oportunidad en el modo covid-19, mediante una convocatoria virtual, atendiendo a la situación sanitaria que se vive en el país y el mundo.
Cristaldo comentó que en extremo norte de la región Oriental y en el oeste de la región Occidental.
Agrega que para noviembre venidero, las precipitaciones seguirían aumentando, una condición que es característica del mes. Los patrones de precipitación llegarían a niveles normales en gran parte del territorio nacional, en las zonas centro, este y sureste de la región Oriental, como también en el Alto Chaco y extremo suroeste del Chaco. el contexto del inicio de la siembra sojera surge nuevamente una preocupación extra productiva que amenaza la competitividad del rubro, que es un proyecto de ley que pretende establecer un nuevo impuesto a la soja, dándole en esta oportunidad un ropaje populista de “seguro agrícola”.
Señaló que los legisladores antes que complicar al sector que puede dar impulso a la reactivación económica,
deberían preocuparse de reducir los gastos superfluos del Estado y optimizar los fondos en el presupuesto general de gastos de la Nación.
La cosecha de soja 2019/2020 se estimó en 10,6 millones de toneladas, volumen que representa un récord para el histórico del país. El área de siembra fue 3,6 millones de hectáreas,
con una alta productividad media, de 2.960 kilogramos por hectárea. La nota negativa de la campaña agrícola anterior fue el precio internacional del grano, porque de unos US$ 300 de la zafra 2018/2019 disminuyó a US$ 260 por tonelada, es decir una caída de US$ 40 menos, cifra que proyectada sobre las 10.600.000 toneladas, arroja unos US$ 424 millones menos de ingresos esperados por los productor.