Joven iteño fue a trabajar para juntar dinero y poder festejar con su abuela

El joven de 17 años, asesinado en Itá, salió de su casa el pasado miércoles, con ganas de ganar dinero y comprar una torta para su cumpleaños, pero en el camino fue atacado por un ladrón que le quitó la vida y un celular.

La fiscala Daysi Sánchez, junto con policías de la Comisaría 12ª Central de Itá, allanaron ayer a las 14:00 la precaria vivienda del presunto autor del homicidio, Emilio Damián Amarilla (21), detenido el jueves.

Los intervinientes tomaron como evidencia una remera blanca y zapatillas que tenían rastros de sangre y que habría usado el sospechoso ese miércoles, cuando ocurrió el hecho. Sin embargo, no se halló el objeto contundente con el que habría asesinado al reciclador.

Festejo truncado

Cerca de las 9:00 de ese día el reciclador y vendedor de rifas Jovany Daniel Fernández Benítez (17), salió de su casa ubicada en el asentamiento Kokueré del barrio San Antonio de la compañía Peguajho de Itá.

Estaba emocionado, pues al día siguiente debía cumplir 18 años. Motivado fue a la calle para conseguir un poco de dinero con el fin de poder comprar una torta y festejar con su abuela Fidelina, con quien vive desde niño, pues su madre, Cayetana, fue hace tiempo a trabajar a la Argentina.

En su trayecto habitual, una vecina lo esperaba para comprarle la rifa. La despedida entre ellos fue amistosa y animada.

Mientras Jovany se alejaba la mujer vio que, en sentido contrario, se acercaba otro joven. La mujer

tuvo que entrar por un momento a su casa para revisar la comida que dejó en el fuego y, cuando salió nuevamente a la calle, en menos de dos minutos, ya no vio a Jovany ni al otro muchacho.

Ya en horas de la tarde, como Jovany no retornaba, su tío Miguel Benítez (45) salió a buscarlo y fue una de las vecinas la que le dijo que se lo vio por última vez esa mañana.

Miguel siguió su recorrido, preocupado, hasta que a las 17:30 entró al baldío y a 20 metros de la calle, halló sin vida a Jovany, según informó la fiscala Daysi Sánchez.

Horas de agonía

Según la investigación fiscal, Jovany fue interceptado por Emilio Amarilla, quien lo metió en el baldío y forcejeó con él, le propinó a Amarilla un golpe en la zona de la cabeza con un objeto que, según la fiscala pudo ser la culata de un revólver, una rama o un mazo, pues no lo hallan aún.

Tras el golpazo, Jovany seguía con vida, pero sangraba, mientras Amarilla revisaba su riñonera y se apoderaba del celular que luego fue a vendérselo a Shirley Lorena Valenzuela, quien estaba con Juan Andrés Cazal y Rocío Belén Armoa Villalba.

Según el informe médico forense, el adolescente de 17 años habría estado en agonía desde las 9:00, debido al

golpe que recibió y que le provocó un traumatismo cráneo encefálico hasta que finalmente murió a las 14 horas, a consecuencia de la sangre que perdió.

Shirley Valenzuela dijo que Emilio fue junto a ella y, en un principio, señaló que le vendió el celular de Jovany por 80.000 guaraníes, pero luego dijo que fue por 50.000 y, después, por 20.000 guaraníes. Esa noche, Amarilla, al ser detenido, tenía arañazos

en el cuello, vestía una remera blanca y unas zapatillas que tenían sangre.

Emilio Amarilla está imputado por homicidio doloso, mientras que Shirley, Rocío Armoa y Juan Cazal, por reducción. El juez Leonardo Ledesma ordenó ayer a la tarde la prisión preventiva de los imputados.