Cuestionan préstamo del BID para la SET
El proyecto de ley enviado por el Poder Ejecutivo al Congreso Nacional que busca la aprobación de un crédito de hasta 25 millones de dólares del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) para modernizar el sistema de recaudación y de gastos, así como la Subsecretaría de Tributación (SET), tuvo una mayoría que rechazó el endeudamiento, razón por la cual los senadores acordaron postergar sine die el tratamiento de la iniciativa.
El senador Abel González (PLRA-llanista) argumentó tres motivos para proponer el rechazo.
El primero “es el aceleradísimo ritmo de endeudamiento, que casi alcanza los 11.000 millones de dólares la deuda pública, y este ritmo es insostenible y no debemos seguir asumiendo riesgos de créditos y bonos”.
El segundo motivo es la falta de precisión y proyecciones concretas y el tercer motivo es que existen varios proyectos de leyes que se debe priorizar.
González indicó que el gobierno de Mario Abdo Benítez recibió la administración con un endeudamiento de 18% del PIB y actualmente, la deuda está en un 30% del PIB. Además, mostró imágenes para mostrar que las deudas nuevas están siendo utilizadas para pagar las deudas anteriores, “por cada dólar que entra 60% va al servicio de la deuda pendiente de pago y solo el 40% va a inversión. Estamos haciendo un eterno bicicleteo”, recalcó. El senador Stephan Rasmussen (PQ) también se expresó en el mismo sentido resaltando que en el 2020 se pagará solo en concepto de intereses más de 500 millones de dólares y que el año siguiente se elevará a 550 millones de dólares, y el servicio de deuda está cerca de los 1.000 millones de dólares “y como país no tenemos esa capacidad de pago”.
“Llegamos a un punto de no retorno, y seguir aprobando préstamos es una trampa”, expresó Rasmussen, quien señaló que el Congreso debe poner un freno al endeudamiento, sentarse con el Poder Ejecutivo a armar un plan y establecer las prioridades.
El Senador agregó que también rechazan las prioridades del Gobierno que enfatiza las obras viales y deja de lado la construcción de viviendas sociales, que son necesarias para la población.