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Hoy se estrenará un documental que recoge toda la experiencia que significó llevar a las tablas la obra literaria “Yo el Supremo” de Augusto Roa Bastos. Ray Armele y Roberto Paredes fueron los encargados de realizar este audiovisual donde entrevistan a Agustín Núñez, quien dirigió la puesta de 1991, como también a los actores, actrices y equipo técnico.
El estreno será a las 20:00 y se podrá ver a través de Facebook Live de @CulturaAsu y también desde Ñandutí TV. Al terminar el mismo se proyectará la obra teatral que también se presentó en el exterior.
Dicha puesta subió a escena en 1991, en adaptación de Gloria Muñoz y bajo la dirección de Agustín Núñez. El Teatro Municipal “Ignacio A. Pane” fue testigo de este acontecimiento que Paredes, uno de los realizadores del documental, calificó de “monumental”.
El documental, que dura unos 45 minutos, contiene fragmentos de la obra y explicaciones realizadas por el director Agustín Núñez, quien se basó en un libreto escrito por Gloria Muñoz. Núñez “explica paso por paso todo lo que fue la puesta en escena de Yo el Supremo, comenzando por la parte formal. La escenografía fue una cosa monumental, ‘hollywoodiana’, con la única diferencia de que por el atraso del país acá no se hizo nada tecnológico, sino a puro pulmón. O sea, las cosas corredizas o giratorias se hacían a mano. Eso lo diseñó Agustín Núñez junto con Ricardo Migliorisi”, recordó Paredes.
Explicó que además se recuerda en el documental al fallecido Jorge Garbett, “un gran musicólogo que estuvo a cargo de la musicalización” de la obra. También aparece Ñeco Rabito, responsable de la iluminación. Para tener una idea de lo que significó el trabajo de Rabito, Paredes explicó que “el Municipal tenía once reflectores y Agustín Núñez necesitaba noventa. Se trajeron focos especiales del exterior y se tuvo que conectar la energía directamente desde los cables de la ANDE que pasaban frente al Municipal, porque el encendido de los reflectores hacían saltar todos los sistemas de seguridad internos de la instalación eléctrica. Fue un trabajo monumental desde el punto de vista escenográfico”, destacó.
La obra fue dividida en tres partes, y eso se puede constatar con la escenografía, añadió Paredes. “Una escenografía naciente, creciente; otra del apogeo y una tercera cargada casi de féretros y de decadencia. Tiene un lenguaje simbólico muy interesante y muy moderno, brillantemente explicado por Agustín Núñez” en este documental.
“En cuanto al contenido, Agustín Núñez explicó que no tenía un carácter cronológico ni rigor histórico. Él se vio forzado a crear dos Gaspar Rodríguez de Francia. Uno joven y vigoroso, y uno viejo, digamos que decadente, con delirios. El joven fue interpretado por Jorge Ramos, quien también participa de las entrevistas inclusive repitiendo parlamentos, y lo recuerdan a Ramón de Río que no pudo ser entrevistado porque tenía un viaje al interior. Él hacía del Francia viejo, decadente, con ciertos delirios inclusive eróticos”, mencionó el realizador.
Ramos –contó Paredes–, “explica que (los actores) fueron previamente entrenados por historiadores, sociólogos y psicólogos sobre lo que fue la era Francia. Esto un mes antes del inicio de las prácticas, y después habla de las prácticas en sí”.
En el audiovisual también aparece Sonia Marchewka, “que hizo de capitana de barco e hizo un semidesnudo, que fue más que impactante”. Además de su papel “explica lo que significó para ella participar de la puesta en escena”.
Otra entrevistada fue Teresa González Meyer, “que además de sus diversos papeles, habló largamente de lo que era el lenguaje empleado en la obra al que calificó de ‘fabuloso’, solamente digno de ser realizado por un gran escritor como Roa”. También Amada Mancuello aparece contando sobre “su experiencia en los diversos papeles que realizó”.
Jesús Pérez, que hizo el papel de Policarpo Patiño, “también explica lo que fuera su papel y se refiere al doctor Francia sobre todo en el manejo del lenguaje, que era un manejo extraordinario; o sea, en el fondo ese era Roa, por lo que tuvo que haber ganado por eso el premio Cervantes”.
“Otro tema histórico tratado es la conspiración de 1820, y el que más estudió ese episodio de la era Francia fue el historiador Víctor Chamorro Noceda, quien también forma parte del documental”, dijo Paredes.
“Me gustaría decirles que, al margen de cualquier otra consideración, todos, director, actrices y actores coincidieron en destacar la humildad de Roa, al que lo veían coincidentemente como una persona fantástica”, cerró Paredes.