Definición entre Trump y Biden
Estados Unidos define hoy, en elecciones presidenciales, la reelección de Donald Trump –que gobernaría por 4 años más– o si da su voto de confianza al demócrata, el exvicepresidente Joe Biden. El mundo sigue expectante de los resultados que se conocerían luego de la medianoche.
FAYETTEVILLE, Estados
Unidos (AFP). El presidente Donald Trump cerró su último día de campaña desestimando las encuestas que lo muestran rezagado respecto a su rival Joe Biden, quien urgió a los electores a terminar con el “caos” en EE.UU., en la víspera de unos comicios que capta la atención del mundo entero.
El mandatario republicano, según los sondeos, está rezagado a nivel nacional, que le asignan 44% de las preferencias contra 51% para el demócrata Biden, pero en un mitin en Fayetteville, Trump desestimó estas encuestas.
“Veo esas encuestas falsas”, afirmó. “Vamos a ganar igualmente”, añadió el mandatario ante una multitud que gritaba en coro “¡Cuatro años más!”.
Trump se vanaglorió de ser un presidente que no forma parte de la clase política y que por eso “pone a Estados Unidos primero”.
Para llegar a la Casa Blanca hay que obtener al menos 270 votos en el Colegio Electoral de 538 integrantes. Y en muchos de los estados con peso en ese cuerpo que cambian sus preferencias partidarias en cada ciclo electoral, la diferencia entre ambos postulantes está dentro del margen de error.
Las elecciones son hoy, pero la pandemia llevó a millones de estadounidenses a votar por adelantado, con un récord de más de 96 millones de sufragios ya emitidos.
Esto también abre un escenario de incertidumbre ya que la noche de la elección, el porcentaje de votos a ser contabilizados en las urnas pueden dar un resultado capaz de ser revertido cuando se cuenten los votos anticipados.
Estados claves
Trump y su rival Joe Biden apostaron todo en Pensilvania, un estado considerado clave para su triunfo.
Después de Texas (38) y Florida (29), Pensilvania es el estado bisagra con más votos en el Colegio Electoral, 20.
Florida es el estado clave por excelencia. En 2016 votó por Trump, en 2008 y 2012 por Barack Obama, en 2004 y 2000 por George Bush hijo, en 1996 por Bill Clinton o en 1992 y 1988 por George Bush padre.
En el 2000, de hecho, tras un recuento que duró semanas, entregó la Casa Blanca a Bush por unos 500 votos.
Pensilvania, Michigan y Wisconsin. Estos tres estados eran un seguro de vida para los demócratas.
Hasta 2016, Wisconsin había votado demócrata en las siete anteriores elecciones presidenciales, mientras que Michigan y Pensilvania en seis. Trump, sin embargo, apostó fuerte en 2016 por los tres (cerrando campaña en Michigan), apeló al voto rural y a la clase trabajadora blanca desengañada por el cierre de industrias y los ganó por un irrisorio margen combinado de 80.000 votos, sumando un total de 46 compromisarios que allanaron su camino a la Casa Blanca.
El sistema electoral estadounidense es indirecto y se basa en un cuerpo de 538 compromisarios que se eligen en los estados en función de su población, conocido como Colegio Electoral.
El candidato ganador en cada estado, aunque sea por un solo voto, se lleva todos sus compromisarios en su objetivo de llegar al número mágico que le lleve a la Casa Blanca: 270.