Perú entra de nuevo en crisis con proceso de destitución
LIMA (EFE). La perpetua crisis política en Perú se reabrió con un nuevo proceso de destitución contra el presidente Martín Vizcarra, por acusaciones de corrupción, su estructural debilidad política y una oposición implacable sin miedo a la inestabilidad en medio de la crisis del covid-19.
Vizcarra fue acusado por el Parlamento de presunta corrupción cuando fue gobernador de la región Moquegua entre 2011 y 2016.
Luego de que el Congreso aprobara un segundo juicio político contra Vizcarra en menos de dos meses. El Ejecutivo respondió con la afirmación de que algunos congresistas quieren gobernar el país contraviniendo las disposiciones constitucionales.
La inestabilidad política en Perú comenzó tras el triunfo que alcanzó en 2016 del economista Pedro Pablo Kuczynski sobre la entonces líder opositora Keiko Fujimori, cuyo partido logró el control del Congreso y, desde el primer momento, intentó imponer sus propuestas políticas.
Kuczynski renunció en marzo de 2018 para evitar que el Congreso lo destituyera por los vínculos empresariales con la constructora brasileña Odebrecht.
La jefatura de Estado fue asumida por el vicepresidente Vizcarra, quien rápidamente volvió a protagonizar enfrentamientos con la oposición fujimorista, que se fueron agravando hasta que el mandatario disolvió el Congreso, en septiembre de 2019, y convocó a elecciones legislativas que se celebraron en enero de este año.
A pesar de que el cambio de representantes en el Congreso pulverizó la mayoría del fujimorismo, también dejó un escenario político atomizado, con nueve bancadas en el Legislativo.
A las pocas semanas se reavivó el choque. El Ejecutivo acusó al Legislativo de aprobar leyes populistas.
Tras varios días de tensión e incertidumbre, la mayoría de congresistas rechazó destituir a Vizcarra para mantener la estabilidad del país en medio de la crisis sanitaria y después de que se revelara que el presidente del Congreso, Manuel Merino, uno de los impulsores del proceso y quien asumiría el Gobierno, buscó el apoyo de jefes militares.