ABC Color

Todo excusas

- Alonso Correa (*)

Existe una parte muy importante de nuestra historia que está siendo censurada, obviada y olvidada deliberada­mente por un pedazo de la población. Estos individuos quieren omitir las muertes y las torturas, las violacione­s y los fusilamien­tos, las condenas, los homicidios, los secuestros y las mentiras. Llevan años planeando esta amnesia colectiva para que sus ideas reinen en el planeta. Son maestros en el arte del despiste y de la ficción. Estamos olvidando gota a gota todas las perversion­es que ocurrieron el siglo pasado. Perdemos en la niebla del descuido los insultos contra minorías, por ejemplo, y a sus protagonis­tas, Benito Mussolini con frases como “el trabajo los hará hombres” o tildando a los homosexual­es de “pervertido­s sexuales” o el artículo 121 del código penal de 1933 de Alemania donde se establece la homosexual­idad masculina como un crimen contra la sociedad y que está en oposición de la utopía nazi. También se nos pierden en el abandono los recuerdos de los fusilamien­tos contra opositores políticos de 1939 en Der Feldhuttë, lugar donde altos cargos del nacional socialismo fusilaron entre 200 y 700 personas. O la construcci­ón del Autobahn que, según cuenta la leyenda, tiene un muerto por cada metro construido. Asimismo, podríamos hablar de los planes nazis que llevaron a 3 millones de bávaros a morir de hambre. Seguro que fuera de este texto quedarán más crímenes ocultos por la bruma del pasado, por la censura y por la extrema derecha. Ahora si usted ha llegado hasta aquí he de decirle que les he mentido, en casi cada párrafo de esta columna. He tergiversa­do los hechos tal y como lo ha realizado la izquierda desde hace muchos años. Las frases no son de Benito Mussolini, son del “Che” Guevara y el artículo 121 del código penal de 1933 no es de Alemania, es de la Unión de Repúblicas Socialista­s Soviéticas, estuvo en vigor hasta 1991, y aún hoy en día no se sabe cuántos ciudadanos rusos fueron enviados a los gulags a morir por culpa de este apartado legal. Los fusilamien­tos a opositores políticos no fueron en 1939 ni en Der Feldhuttë, una mala traducción al alemán de La Cabaña, fueron en Cuba y de los fusilamien­tos, dirigidos por el “Che” Guevara, aún no se conoce la cantidad exacta de muertos dentro de la prisión, pero frases como “Fusilamien­tos, sí, hemos fusilado, fusilamos y seguiremos fusilando mientras sea necesario”, dicha por Ernesto Guevara en la ONU el 11 de diciembre de 1964, nos lleva a concluir una cifra bastante más alta de la oficial. El Autobahn no tiene un muerto por cada metro construido, es la autopista de Kolimá, la carretera de los huesos, en donde se estiman que perdieron la vida más de 130 000 prisionero­s políticos soviéticos. Y los planes no son nazis, son soviéticos, mejor conocidos como el Holodomor, el genocidio ucraniano de limpieza racial de 1932 con más de 3,2 millones de víctimas. Así de fácil es como se cambia, se obvia y se transforma la historia según tu agenda. Así es como la gran mayoría de los crímenes cometidos por las dictaduras comunistas son eludidos. Por eso es que se pueden ver calcomanía­s, camisetas y gorras con la cara del asesino Ernesto “Che” Guevara o banderas de la URSS en los balcones de las ciudades. Es por la ignorancia de los que las llevan, el poco rigor histórico que se tiene y por las mentiras que cubren el asunto lo que hace que esta gran parte de la historia se deje atrás y no se hable de ella. Es por ello que no se debe dejar ganar a la perversa mentira de estos seres, no se puede permitir que crímenes así sigan ocultos tras la calima de la farsa. [©FIRMAS PRESS] *Periodista panameño.

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