Evo Morales regresa a Bolivia bajo gobierno de su aliado
BUENOS AIRES (EFE, AFP). El expresidente de Bolivia Evo Morales (2006-2019) abandonó ayer Argentina, donde se encontraba desde hace casi un año, y lo hizo cruzando la frontera acompañado del presidente argentino, Alberto Fernández.
Morales puso pie en suelo boliviano un día después de que su correligionario Luis Arce fuera investido como presidente en sustitución del Gobierno interino de Jeanine Áñez, Morales.
El 10 de noviembre de 2019, luego de verificarse el fraude electoral con el que pretendía mantenerse en el poder, Morales renunció a la presidencia.
Su candidatura ya era una violación a lo establecido en la Constitución, que no le permitía un cuarto mandato, al que aspiraba.
Pero el Tribunal Constitucional, conformado por sus partidarios, alegó que esa limitación “violaba un derecho humano” del presidente, y autorizó su candidatura.
Más de una semana luego de las elecciones de octubre del año pasado, cuando la misión de la OEA dictaminó sobre el fraude electoral verificado, la poderosa Central Obrera Boliviana le retiró su apoyo a Morales.
Lo mismo lo hicieron las fuerzas de seguridad.
Tras esto Morales presentó su renuncia, y luego salió a escondidas del país, primero a México, y luego a la Argentina.
Ayer, el argentino, jefe de Estado cuya vicepresidenta, Cristina Fernández, fue una de las principales aliadas regionales de Morales cuando era presidenta (2007-2015, se mostró “muy feliz” de haberle podido “tender la mano” y albergarlo y celebró que “regrese a su patria, de la que nunca debió haber salido ni sido maltratado como lo fue”.
La orden de detención, por varios delitos (en temas de corrupción y represión) que pesaba contra Morales fue retirada, pero las causas judiciales continúan.