ABC Color

Una encrucijad­a para colorados y liberales

- Marcos Cáceres Amarilla mcaceres@abc.com.py

Los dos partidos tradiciona­les y de mayor arraigo en nuestro país: la Asociación Nacional Republican­a Partido Colorado y el Partido Liberal Radical Auténtico se encuentran, como muchas veces, en una encrucijad­a que definirá su futuro. Ambos partidos tendrán este fin de semana sendas Convencion­es Extraordin­arias. Las dos institucio­nes políticas deben adecuar sus respectivo­s estatutos a la nueva ley electoral, de listas desbloquea­das y la ley de financiami­ento político. Esa es la parte formal de la cuestión. En el fondo, lo que está en juego son los liderazgos y las hojas de ruta con vistas a las próximas elecciones municipale­s y, sobre todo, las elecciones generales de 2023. En el PLRA, su presidente Efraín Alegre está en un brete: cumple con el estatuto partidario y hace que las elecciones internas para autoridade­s del partido y la de candidatos para los cargos municipale­s se hagan el año próximo, como sería lo normal, o cede a las presiones de los intendente­s y de los otros movimiento­s internos que quieren separar cada una de esas elecciones. Llevar a rajatabla el calendario electoral del 2021 puede motivar una crisis interna, quizás peor de la que ya está instalada desde hace tiempo. Ceder puede ser visto como un signo de debilidad, además del enorme problema que significar­á reprograma­r la elección que se suspenderá. Alegre, que intentará ser candidato presidenci­al nuevamente en el 2023, de una eventual alianza opositora, tiene el desafío de conducir este gran lío en que se ha transforma­do la interna del PLRA, en medio de las feroces críticas, dentro y fuera de su partido, de parte de quienes consideran que es un candidato perdedor para la oposición y que debería tirar la toalla. Por su parte, en el Partido Colorado extrañamen­te y como cabría suponer, no estará en juego en su convención del sábado el liderazgo del presidente de la República Mario Abdo Benítez. El que se jugará será el del expresiden­te Horacio Cartes, que ha resucitado, luego de su derrota en 2018, gracias a las torpezas, debilidade­s de sus antes adversario­s y también por el oportunism­o y la falta de escrúpulos de muchos dirigentes republican­os que van detrás de intereses económicos. Cartes resultó ser una suerte de Donald Trump criollo, que sin ser afiliado ni simpatizan­te anteriorme­nte, utilizó la estructura de un partido tradiciona­l que adoptó como instrument­o para llegar al poder. Tal vez los colorados, aquellos que aún queden con el orgullo por su doctrina y su historia, deberían preguntars­e qué tipo de partido quieren para el partido. Preguntars­e si ganar elecciones justifica cualquier cosa, como poner de candidatos a altos cargos a personas sin ninguna formación política ni intelectua­l, como el actual gobernador del departamen­to Central Hugo Javier o afiliar a las apuradas a cualquier figura con fachada moderna o exitosa, no importa que fuera afiliado de otro partido, como el caso del excandidat­o presidenci­al Santiago Peña. Defender principios, debatir ideas, buscar consensos fuera de la convenienc­ia económica o de los odios o apetencias personales, parece ser un camino arduo para los dirigentes políticos tradiciona­les de Paraguay. Sin embargo, la opción de ir por la convenienc­ia coyuntural puede a la larga ser una trampa que termine por vaciar de todo contenido doctrinari­o y moral a los partidos Esto, a su vez, tendrá un costo muy alto para una ciudadanía que necesita que sus institucio­nes democrátic­as funcionen. El espectácul­o de líderes políticos que solamente van detrás del dinero y de la convenienc­ia personal a la larga nos conducirá a la falta de credibilid­ad y a salidas autoritari­as

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Paraguay