Fiscala general recibió ayer a hijas del exvicepresidente
La fiscala general del Estado, Sandra Quiñónez, recibió ayer a Lorena, Silvana y Beatriz Denis, las hijas del exvicepresidente de la República Óscar Denis, secuestrado por el grupo criminal Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP).
La reunión fue solicitada a Quiñónez por los familiares de Denis porque querían tener información acerca de las investigaciones que se realizan en torno al mencionado plagio.
De acuerdo a los datos proporcionados por el Ministerio Público, la fiscala general convocó a los fiscales de las diferentes Unidades Especializadas como Antisecuestro, que encabeza las tareas investigativas en el caso del plagio de Denis; también a fiscales de la Unidad Contra el Crimen Organizado, que coadyuvan en la investigación y de la Unidad Especializada de Lucha Contra el Narcotráfico.
Según las investigaciones, los miembros del grupo criminal EPP que capturaron el 9 de setiembre pasado al exvicepresidente Denis (74 años) y al peón indígena Adelio Mendoza Benítez (21) son: Esteban Marín
López (36), Rubén Darío López Fernández (38), Luciano Argüello (28), un adolescente hijo de uno de los cabecillas de la gavilla y otros dos adolescentes indígenas.
En el caso de los tres primeros, mayores de edad, fueron imputados por terrorismo y asociación terrorista, secuestro, privación de libertad, extorsión y extorsión agravada y tienen además orden de captura.
Las hijas del exvicepresidente Denis, tras la reunión mantenida con los agentes del Ministerio Público, indicaron que salieron satisfechas con las explicaciones que recibieron por parte de las autoridades, según indicaron desde la Fiscalía.
También informaron que los familiares del secuestrado hicieron preguntas a los agentes fiscales por el lapso de dos horas, y que fueron respondidas por los investigadores. La fiscala general Quiñónez participó atentamente del encuentro.
La titular del Ministerio Público asimismo dijo a las hijas del vicepresidente que pueden llamarla telefónicamente para conocer de los avances investigativos del secuestro.
El pleno de la Corte Suprema de Justicia rechazó por unanimidad participar de la cumbre de poderes que solicitaron los familiares de los tres secuestrados: Edelio Morínigo, Félix Urbieta y Óscar Denis. Los ministros alegaron que la seguridad pública es competencia del Poder Ejecutivo.
Ña Obdulia Florenciano, madre de Edelio, y las hijas del exvicepresidente de la República, Óscar Denis, y Félix Urbieta se reunieron ayer con el titular de la CSJ, Alberto Martínez Simón, a quien presentaron una nota solicitando una cumbre de poderes a los efectos de avanzar en una agenda de acciones que devuelva la libertad de los secuestrados y la paz en el norte, donde operan grupos criminales.
Luego, en la sesión del pleno del máximo tribunal Martínez Simón informó a los demás ministros sobre la reunión con los familiares de las víctimas de plagio y puso a consideración la solicitud planteada por los mismos.
El ministro César Garay calificó como atendible la petición, pero aclaró que los poderes del Estado tienen funciones exclusivas y excluyentes. Puntualizó que el Poder Judicial no es el encargado de la seguridad pública sino de la jurídica.
En consecuencia, solicitó rechazar el planteamiento realizado y sugirió explicar con términos exactos a los familiares de los secuestrados que deben recurrir ante las institución competente, que es el Poder Ejecutivo, y el Ministerio Público.
Por su parte, el ministro Eugenio Jiménez Rolón se sumó a la moción de Garay, resaltando también que la seguridad pública no es potestad del Poder Judicial.
Gladys Bareiro de Módica expresó a su vez que el Poder Judicial “no puede propiciar una cumbre de poderes para este tipo de causas”.
Con estos argumentos, el pleno de la máxima instancia judicial rechazó el pedido y expresó su solidaridad con los familiares de las víctimas de secuestro, quienes exigen resultados a las autoridades en la búsqueda de Edelio Morínigo, Félix Urbieta y Óscar Denis; y el combate contra el autodenominado EPP, grupo criminal que mantiene en zozobra a los pobladores y productores del norte del país.