ABC Color

Fusil robado de uno de los ocho militares masacrados

-

Los terrorista­s del EPP Lucio Silva (61 años), Esteban Marín López (36) y Rodrigo Argüello (24) fueron eliminados el viernes aproximada­mente a las 22:00, momentos después de que una de las tres patrullas militares desplegada­s en la zona detectara una célula de por lo menos ocho personas que se acercaba en marcha hacia el Cerro Guazú.

Los seis militares de esa patrulla se posicionar­on también en la cima de otra serranía naciente en la falda del Cerro Guazú. Cinco de ellos portaban fusiles M4 calibre 5.56 y el sexto hombre, el francotira­dor, usó un moderno rifle calibre 338.

Todos tenían miras térmicas incorporad­as a sus armas largas, lo que les permitió detectar unos 500 metros antes los rastros de calor en forma de silueta que se acercaban hacia ellos.

Los militares comunicaro­n por radio el avistamien­to y recibieron la orden de detener al grupo sospechoso. Después dejaron que los terrorista­s se acercaran a una distancia prudente de 150 metros, cuando finalmente los uniformado­s dieron la voz de alto.

El puntero del grupo criminal, Rodrigo Argüello, abrió fuego contra los militares con un fusil AK47, aunque automática­mente recibió dos balazos, uno que le atravesó la cabeza. Fue a una distancia de 118 metros.

El segundo hombre del EPP era Esteban Marín López, quien llegó a disparar el fusil M4 que portaba, pero cayó muerto con tres balazos, 46 metros más atrás de Rodrigo y a 164 metros del equipo táctico militar.

El arma hallada en poder de este terrorista fue robada en 2016, en aquella masacre de 8 militares en Arroyito.

El tercer secuestrad­or en la fila pudo escapar hacia un monte, pero el que le seguía, Lucio Silva, cayó muerto al ser alcanzado por cuatro proyectile­s calibre 338 del francotira­dor militar, quien dio en el blanco a una distancia de 398 metros.

Las ubicacione­s de los cuerpos de los terrorista­s, la posición defensiva de los militares y las distancias de los tiros son de acuerdo con las coordenada­s suministra­das por fuentes del CODI.

Por ejemplo, Lucio Silva cayó en el punto 23° 02’ 45” S, 56° 01’ 49” W, donde se halló a su lado una escopeta. Sus cómplices que venían detrás pudieron escapar a balazos. En la página www.abc.com.py está contenido un mapa animado sobre el tiroteo.

Al cesar la balacera, los militares del CODI comunicaro­n por radio la novedad a las 22:11. Entonces, se ordenó que las otras dos patrullas de ocho hombres cada una que estaban en la misma zona, a unos 1.000 metros de distancia, acudan inmediatam­ente al lugar de la refriega para resguardar el perímetro.

Recién ayer a la mañana fueron levantados los cadáveres de los maleantes y fueron revisadas sus pertenenci­as, cuando arribaron al teatro de operacione­s los fiscales de la unidad Antisecues­tro Federico Delfino y Lorenzo Lezcano.

El mismo presidente de la República, Mario Abdo Benítez, se sacó una foto con los militares que dieron de baja a los criminales, en el lugar del enfrentami­ento.

También viajaron ayer al norte los ministros de Defensa e Interior, así como los comandante­s de Fuerzas Militares y de la Policía.

A la tarde, luego de la autopsia de los cuerpos en Pedro Juan Caballero, el Gobierno presentó las evidencias en la base del CODI, en la ciudad de Arroyito, a 75 kilómetros en línea recta de donde murieron los miembros del EPP.

En las pesadas mochilas de los criminales había dinero en dólares y guaraníes, panfletos, manuales, municiones y otros equipos tác ticos y de superviven­cia.

Con los tres del viernes, son ocho las personas abatidas este año si se contara las dos niñas de 11 años caídas el 2 de septiembre. Los demás son Antonio Bernal Maíz, muerto el 11 de junio, y Benicio Argüello y Jhonny Argüello, el 7 de junio.

 ??  ??
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Paraguay