Obispo lamenta hechos de extrema violencia registrados en nuestro país
El obispo de la Diócesis de Caacupé, Mons. Ricardo Valenzuela, lamentó la extrema violencia en nuestro país, así como los feminicidios. Fue durante la fiesta en honor de Ñandejára Guasu, en Piribebuy.
PIRIBEBUY, Cordillera (Desiré Cabrera, de nuestra redacción regional). La feligresía católica de esta ciudad honró ayer a su protector espiritual, Ñandejára Guasu o Dulce Nombre de Jesús. Las celebraciones se realizaron “en modo covid-19” para evitar el contagio masivo del virus.
Monseñor Ricardo Valenzuela presidió la misa central y al inicio de su homilía pidió una bendición especial para todas las iniciativas y emprendimientos del pueblo paraguayo. Expresó su deseo de que los trabajos se multipliquen “para que podamos llevar el pan honrado y honesto a todos los hogares”.
Luego reflexionó sobre la escalada de violencia registrada en nuestro país en los últimos tiempos. “Los noticieros reflejan la violencia en que está inmersa nuestra sociedad, con asaltos, robos, homicidios y feminicidios. El año pasado se dieron 45 casos de feminicidios y ahora hace poquito vimos algo extraño y doloroso: una madre que asesinó a su hijita de 3 años”, lamentó el prelado.
Exhortó a practicar el respeto entre padres e hijos, entre los esposos, todos los familiares y vecinos.
“No puede ser que cada día se tengan 70 denuncias por violencia intrafamiliar”, enfatizó.
Depresión
En otro momento manifestó que tenemos un gran desafío en estos tiempos de la pandemia del covid-19, que generó muchas situaciones y que tiene diversas consecuencias, entre ellas el sentimiento de la depresión. Las cifras crecieron aún más en el año 2020 y hechos tan penosos, como el del asesinato de la niñita a manos de su madre, constituyen un signo indicativo de lo mal que estamos, dijo el obispo.
Monseñor Valenzuela instó a cuestionarse: “¿Qué hacemos nosotros cuando tratamos con gente que sufre de esta enfermedad? ¿Los animamos? ¿Los tratamos con empatía? ¿O solo los criticamos y juzgamos o, peor aún, los ignoramos?
Exhortó a que con la ayuda de Dios cada uno sea portador de buenas noticias, de paz y de amor.
“Aunque sea difícil ser justos en un mundo tan injusto y tan violento, donde se han olvidado los valores”, insistió finalmente Valenzuela.