Se lotea un patrimonio histórico
Ayer, mientras Óscar “Nenecho” Rodríguez prometía que los damnificados afectados por la crecida tendrán un refugio, estos ya se encontraban reubicándose en la Plaza de Armas y con “custodio” policial.
A quienes perdieron sus viviendas durante el incendio de Nochebuena en los bajos del Cabildo, se sumaron los primeros afectados por la súbita crecida del río Paraguay, cuyo nivel se elevó 4 metros con las últimas lluvias, para convertir la histórica Plaza de Armas en un anárquico y destructivo loteamiento, con complicidad de la Municipalidad de Asunción y en las narices de la Policía Nacional.
El drama de los damnificados parece no importar a ninguna autoridad. Y eso se percibió nuevamente ayer en la Plaza de Armas, que está siendo nuevamente destrozada por grupos de personas provenientes de los Bañados Norte y Sur ante la crecida que registra el Río Paraguay.
Durante el recorrido, el equipo periodístico de ABC constató la manera en que estas familias ocupan ilegalmente este espacio público y enganchan los cables de la ANDE para tener energía eléctrica gratis.
Además, mientras los contribuyentes son apretados por la Municipalidad y otros entes, estos invasores tienen agua, wifi y hasta se les proveen baños portátiles totalmente gratis. ¡Una locura!
Para sumar, el daño a la Plaza de Armas ocurre bajo la atenta mirada de policías, que nada hacen para evitar la destrucción de un sitio declarado Patrimonio Histórico.
Asimismo, se pudo visualizar ayer de mañana a varios jóvenes que se drogaban frente a niños en plena vía pública.
Municipalidad ciega
Cada vez que se repara la Plaza de Armas, la Comuna gasta más de G. 700 millones que salen del bolsillo de los contribuyentes. Y mientras ayer el intendente Óscar “Nenecho” Rodríguez prometía refugios a los damnificados, estos ya sitiaban las plazas.
Aseveró que están gestionando inmuebles privados para reubicarlos. Sin embargo, los damnificados aseguraron que no se moverán de las plazas, en las cuales ya están los afectados del incendio del Cabildo y ahora se suman los afectados por la crecida.
Por otra parte, mientras la Municipalidad multa a propietarios de terrenos baldíos, esta hace vista gorda a los vertederos clandestinos formados en las plazas y que acarrean todo tipo de alimañas.
El río Paraguay subió cuatro metros en enero y debido a las persistente lluvias, se teme que la cantidad de damnificados sea mayor y que estos ocupen más espacios públicos en los próximos meses. Hasta el momento, nadie solucionó el eterno drama.