ABC Color

Dos jefes de Estado

- Alcibiades González Delvalle alcibiades@abc.com.py

El presunto presidente de la República, Mario Abdo Benítez, vivió escondido del público la semana pasada. Su secretario dijo que el mandatario trabaja en su despacho, hasta las 12 de la noche, haciendo gestiones para conseguir vacunas contra el covid-19. Si es así, debería seguir sin hacerse ver hasta el día que tenga que anunciar el éxito de su cometido. Antes, no sería convenient­e. Por lo demás, su presencia pública desde hace tiempo es meramente simbólica. Las decisiones nacionales se toman hoy fuera del Palacio de Gobierno. A nadie escapa que el poder real está en manos –no son las mejores– de Horacio Cartes. Los abdistas agradecen que se archivara el intento del juicio político. No será por mucho tiempo. En los próximos comicios municipale­s Cartes piensa arrasar. De ahí saldrá más fortalecid­o y entonces el juicio político podrá llevarse a cabo. Pero hay más: si hoy el presunto presidente abandona el Gobierno junto con el vice, subirá un abdista. La jugada es que el próximo titular del Congreso sea un cartista. Y el vice, otro cartista. Recién entonces, a lo mejor, Cartes ya no estará tan nervioso contra un sector de la prensa. Estamos tan mal que los enredos políticos pasan a segundo plano, casi a nadie le importa. Se entiende. La atención y preocupaci­ón públicas están centradas en la tragedia cotidiana causada por el covid-19. Cada día se duplica la cifra de fallecidos y contagiado­s. A la cepa brasileña, se une la cepa paraguaya (la corrupción) con lo que tenemos un futuro más devastador aún. Creo que el terrible castigo que puede darse a las personas que incumplen el protocolo sanitario, es llevarlas al Hospital Nacional, al Hospital de Clínicas, al Ineram, y mostrarles cómo viven y cómo mueren los enfermos, y cómo sufren sus familiares a quienes, sin ni un centavo en los bolsillos, se les pide comprar costosos medicament­os que los hospitales públicos no tienen. Cuando los negacionis­tas, o sencillame­nte irresponsa­bles, asistan a esas escenas dolorosas, es posible que sean más consciente­s de los problemas que están matando al país. Como una leve muestra del drama, tenemos el diario padecimien­to del personal de blanco. Médicos y enfermeros, que están en la primera línea de atención al paciente, ya no dan más. Están hartos porque no hay medicament­os. Están hartos de mostrar la cara por autoridade­s sanitarias inútiles. Están hartos, además, de lidiar con los políticos sinvergüen­zas que, valiéndose de algún cargo que ostentan, presionan para conseguir un sitio donde ubicar a algún pariente o correligio­nario. Estos parientes y correligio­narios tienen derecho, desde luego, pero no que salten por encima de otros tal vez más necesitado­s o que esperan en una larga fila. En estos días, el sindicato nacional de médicos alzó su voz para denunciar la injerencia política en los hospitales públicos, a más de señalar a los políticos como los responsabl­es de “la situación crítica de la pandemia” en nuestro país. La secretaria general del sindicato, doctora Rossana González, denunció que “los cargos de directores en este país son de operadores políticos que están ahí por los intendente­s, gobernador­es, diputados o senadores para que puedan captar votos. El hecho de conseguir una cama es un favor político que se cobra después con el voto. Estamos cansados de denunciar esta situación”. ¡Qué inmensa frustració­n contienen las palabras de la doctora González! Palabras que expresan el sentimient­o de, por lo menos, los dirigentes y asociados del sindicato nacional. ¿Alguna autoridad, administra­tiva o judicial, se hace cargo de estas acusacione­s? Naturalmen­te, nadie. Nadie ve nada, nadie escucha nada. Solamente los pacientes y sus familiares, sin cama ni medicament­os, saben de estos sufrimient­os. Y los médicos y enfermeros que procuran aliviarlos con lo que pueden, que es bien poco. Se entiende que tengamos dos presidente­s de la República. Uno solo no podría empujar el país hacia peores momentos. En fin, ¡Feliz Domingo de Ramos!

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Paraguay