Papa Francisco pide conducta irreprochable en finanzas vaticanas
CIUDAD DEL VATICANO (EFE). El Papa instó a todos los trabajadores e instituciones vinculadas a las finanzas vaticanas a tener una conducta “irreprochable y ejemplar” , y consideró “ineludible” establecer “nuevas y más incisivas formas de cooperación, tal como piden las instituciones supervisoras de los mercados financieros activas en el ámbito internacional”.
La justicia vaticana investiga actualmente un escándalo inmobiliario que podría acabar en juicio: el circuito de compra opaca de un inmueble de lujo en Londres por parte de la Secretaría de Estado –gobierno central del Vaticano–, que ha permitido a intermediarios italianos obtener jugosas comisiones.
En la apertura del año judicial del Tribunal del Estado de Ciudad del Vaticano, Francisco se refirió además a la “necesidad prioritaria” de que en el sistema procesal se establezca “la igualdad entre todos los miembros de la Iglesia, y su igual dignidad y posición, sin privilegios que se remontan en el tiempo y ya no se corresponden con las responsabilidades que cada uno tiene en la edificación de la Iglesia”.
Sobre los cambios normativo dentro de la Justicia vaticano, el Papa mencionó que “han caracterizado el sistema judicial del Vaticano en los últimos años”.
Estos “podrán ser más incisivos en la medida en que vayan de acompañados de nuevas reformas en el ámbito penal, especialmente para la lucha y represión de los delitos financieros, y la intensificación de otras actividades dirigidas a facilitar y acelerar la cooperación internacional entre los órganos de investigación vaticanos e instituciones homólogas de otras naciones, así como por las iniciativas tomadas por la Policía Judicial de nuestro estado”.
“Insto a todos –prosiguió el Pontifice– a que las iniciativas que se han emprendido recientemente y las que se han de adoptar para la absoluta transparencia de las actividades institucionales del Estado vaticano, sobre todo en el campo económico y financiero, se inspiren siempre en los principios fundacionales de la vida eclesial y, al mismo tiempo, tengan debidamente en cuenta los parámetros y las ‘buenas prácticas’ internacionales actuales”.
Francisco consideró que todos los agentes del sector y todos los titulares de cargos institucionales, deben tener en cuenta una conducta que, si bien denota un arrepentimiento efectivo –en su caso– del pasado, sea también irreprochable y ejemplar para el el futuro.