Vuelven las procesiones y los ritos en Jerusalén
JERUSALÉN (EFE). Jerusalén llegó al Domingo de Gloria tras recuperar la Semana Santa y la alegría, apagada el año pasado por el covid, y celebró con devoción la resurrección de Jesucristo.
“Cristo ha resucitado, ¡aleluya!”, festejó en la homilía el patriarca latino de Jerusalén, Pierbattista Pizzaballa, desde el interior de la basílica del Santo Sepulcro, donde la tradición sitúa su sepultura, ayer epicentro de la Pascua.
A diferencia del año pasado, cuando la pandemia obligó a cancelar los eventos y el silencio prevaleció en una Ciudad Vieja confinada, las procesiones y los ritos devolvieron la vida a las callejuelas de la ciudad amurallada.
Aunque todavía sin peregrinos por el cierre de fronteras exteriores, la extensa vacunación de Israel, que tiene anexionada la parte oriental de la ciudad que acoge los ritos, permitió cierta normalidad aunque no sin referencias a la pandemia. Tampoco hubo cristianos palestinos de Gaza, que vive un nuevo repunte de contagios. Unos 5.000 residentes de Cisjordania consiguieron el permiso israelí para atravesar los puestos de control que los separan de la Ciudad Santa.
La celebración de ayer sigue a la vigilia del Sábado Santo que en Jerusalén comienza con una misa temprana, a diferencia del resto del mundo que la conmemora en la madrugada del domingo. Esto se debe al concilio Vaticano II que, por motivos vinculados al statu quo, regula la vida de las comunidades cristianas del Santo Sepulcro.