Sobreviviente del crimen de Leguizamón rememoró el fatídico día
Las últimas expresiones del periodista Santiago Leguizamón, segundos antes de que fuera asesinado, fueron en realidad de plagueo porque había descubierto que su competencia “pirateó” su idea y la manera en que elaboraba su revista Mburucuyá, en Pedro Juan Caballero.
Así lo recordó ayer Baldomero Cabral, de 51 años de edad, al ser entrevistado en el programa Crimen y Castigo de ABC TV, conducido por Osvaldo Cáceres e Iván Leguizamón.
Cabral, conocido en aquella época como Karapé, es el único testigo directo y, a la vez, sobreviviente del atentado en el que mataron a su jefe, el periodista Santiago Máximo Leguizamón Zaván, quien tenía 41 años.
La emboscada fue perpetrada a las 12:15 del viernes 26 de abril de 1991, en la capital de Amambay.
Baldomero Cabral era el empleado de mayor confianza que tenía Santiago Leguizamón en su radio Mburucuyá 980 AM.
“Yo le acompañaba a todos lados. Mi función también era encender el transmisor de la radio, a las 04:30; coordinar la parte técnica, especialmente con los operadores, y hacer cobranza por la ciudad de los electrodomésticos que vendía Santiago en aquella época”, recordó en ABC TV.
Cabral mencionó que aquel fatídico día, cuando estaban yendo con su jefe para celebrar el Día del Periodista en el restaurante El Pato de Ponta Porã, el tema de conversación dentro del vehículo era la molestia de Leguizamón porque había descubierto que copiaron su idea y su manera en que elaboraba su revista Mburucuyá, que se publicaba de manera mensual.
“Esa era su preocupación. Se iba plagueando. Yo le dije que no se calentara (ofuscara), que de todos modos él era el primero en hacer ese trabajo y si los otros le estaban copiando era por algo nomás”, rememoró. Sobre el ataque de los sicarios, Cabral recordó que, inicialmente, pensó que habían chocado el coche porque solo escuchó la rotura del parabrisas. Luego detalló cómo mataron a tiros a Santiago Leguizamón.