Remesas a Cuba apenas mitigan el hambre
El freno impuesto en 2016 por el régimen cubano a las reformas económicas, tímidamente iniciadas poco antes, ha hundido el valor de las remesas como inversión para el emprendedor particular, sector que nacía pujante, y hoy “solo sirven para mitigar el hambre” en la población, afirma Emilio Morales, presidente de Havana Consulting Group, en un artículo publicado en Diario de Cuba, informa EFE.
Los años en que las remesas enviadas desde los Estados Unidos sirvieron no solo para comprar alimentos, sino para abrir miles de negocios privados en la isla, desde restaurantes hasta salones de belleza o alquilar habitaciones a turistas, han tocado a su fin.
Y es que, según apunta Morales, el “empuje de los emprendedores era tan fuerte que desplazaba a las empresas estatales que competían con ellos en varios sectores de la economía”. Una situación a la que el régimen comunista cubano decidió poner punto final.
En la ideología comunista, toda la economía debe estar en manos del gobierno, y los países con ese régimen que han abierto sus economías al mercado libre, como China, Vietnam y Laos, han ido saliendo la pobreza endémica de los regímenes comunistas.
Cuba inició una tímida apertura, pero con muchos controles y, al final, justo cuando la riqueza comenzaba a generarse, el régimen volvió atrás.
“El crecimiento exitoso y acelerado de los emprendedores cubanos -explica el expertodespertó la alarma en el Gobierno”, que veía en este fuerte impulso del “cuentapropismo” una “amenaza” futura para sus intereses y el control de la sociedad.
En 2016, el envío de remesas tuvo un rápido crecimiento que permitió que pasara de 1.447 millones de dólares en el año 2008 a 3.444 millones de dólares.
El empuje del cuentapropismo era tal que, por ejemplo, los emprendedores cubanos pasaron de acaparar el 20% del sector turístico (renta de habitaciones a turistas) en 2010 a manejar el 47% en 2016, según un análisis de Havana Consulting Group.
Pese a la cantilena de que existe un “bloqueo” a Cuba, lo cierto es que la isla se beneficia de miles de millones de dólares en ingresos comerciales desde el exterior, pero no basta para sacarla de la pobreza, tras más de 60 años de comunismo.