Prolongado atraso
Un prolongado atraso experimenta la construcción de la Unidad Sanitaria del Instituto de Previsión Social (IPS) de San Juan Bautista, Misiones. La obra empezó hace nueve años y no culminó por una suma de innumerables tropiezos. La obra empezó en julio del año 2012, cuando era presidente del IPS el actual senador Fernando Silva Facetti (PLRA). Después se sucedieron varios en la presidencia de la entidad y ninguno supo explicar los motivos de las constantes paralizaciones y consiguientes retrasos de los trabajos.
La única información que salió de la Dirección de Infraestructura del IPS es que se heredó una obra con dificultades, atraso y paros, incluso con una demanda judicial entre la previsional y el Consorcio Alfa y Beta, cuyo representante legal es Rodrigo Humberto Benítez Barriocanal, que había empezado las tareas.
La obra fue reactivada en setiembre del 2019 a cargo del Consorcio Tape Rory, representado por Fernando Moreno y Óscar Sotomayor. Las autoridades prometieron culminar en mayo de 2020 y más adelante en noviembre último.
Argumentaron que una reestructuración del local, además una adenda introducida en marzo al contrato con relación a la parte eléctrica obligaron a conceder una prórroga al Consorcio Tape Rory.
Ahora la terminación se prevé en junio y se debe sumar 30 días de verificación.
El argumento es la reestructuración del futuro hospital para ampliar la cantidad de internados y la construcción de dos salas de Unidad Terapia Intensiva (UTI) para adultos y pediátrico.
Mientras tanto, se prolonga aún más el padecimiento de los asegurados porque no pueden acceder a numerosos servicios por la precariedad de la Unidad Sanitaria que funciona en un local alquilado.
Los servicios se limitan a consultas médicas, análisis laboratoriales de rutina y entrega de medicamentos. Demuestra la necesidad urgente de tener un hospital acorde a estos tiempos, a los avances de las ciencias médicas y de especialidades. La función de IPS es cuidar la salud de los asegurados, que tienen derecho a recibir todas las atenciones especializadas.
Sin embargo, la politiquería con fines prebendarios y clientelistas siempre estuvo metida como eje transversal ocasionando daños a las instituciones públicas, incluso al IPS que es un ente autárquico.
En un país bananero y mendicante como el nuestro, quienes sufren las consecuencias de esa desacertada forma de administrar la cosa pública persiguiendo solo el poder para mantener privilegios, son los habitantes, y en este caso, los asegurados.