Condenan a un militar por la muerte de su camarada
Un tribunal de sentencia condenó ayer a 18 años de prisión al sargento 1° Marcelino Delvalle (27), tras ser hallado culpable del asesinato de uno de sus camaradas, el sargento Pedro Rodrigo Riveros Rojas, ocurrido en 2016. Fue como parte de un plan para el hurto de dos fusiles de la sucursal del Banco Nacional de Fomento en J. Eulogio Estibarribia, departamento de Caaguazú.
”El Tribunal de Sentencia integrado por los magistrados Víctor Vera, Luis Ovelar y Lilian Godoy llegó a la conclusión de que realmente Marcelino Delvalle es el autor de los hechos tanto de homicidio como del hurto especialmente grave”, indicó el fiscal Rafael Ojeda Mendoza, quien llevó adelante la investigación del caso.
El crimen data del año 2016 cuando la víctima, el sargento 1° Agropecuario Pedro Rodrigo Riveros Rojas desapareció -junto a dos fusiles de guerra M1 oficiales del Estado- de la sucursal del Banco Nacional de Fomento (BNF), ubicada en la ciudad del J. Eulogio Estigarribia (ex Campo 9).
En días posteriores, Riveros Rojas fue hallado muerto en un descampado, de un tiro en la cabeza, en una escena que a todas luces apuntaba a un asesinato al estilo ejecución.
Según relató el fiscal Ojeda, desde el momento de la desaparición se fueron desarrollando las investigaciones y un elemento clave fue el teléfono celular de la víctima, que según se comprobó en juicio, fue vendido por el ahora condenado Marcelino Delvalle.
Pruebas técnicas permitieron ligar al militar no solo con el robo de las armas sino con el asesinato del sargento 1° Riveros Rojas.
Igualmente, están pendientes de enfrentar juicio los presuntos cómplices del sentenciado, quienes no pudieron participar del juicio por existir un brote de covid-19 en el centro penitenciario donde se encuentran recluidos actualmente.
Satisfechos por sentencia
Familiares del asesinado sargento 1° Pedro Rodrigo Riveros Rojas celebraron la condena de Marcelino Delvalle, no con alegría, al manifestar que la sentencia no les devuelve a su ser querido, pero sí con el alivio que sienten de que se haya hecho justicia.
“No puedo decir que estoy feliz, pero un poquito de tranquilidad me da esto porque hemos pasado mucho para hacer Justicia”, destacó Justina Rojas, madre del militar asesinado, quien además participó del juicio rodeada de sus otros hijos, quienes se mostraron conformes con el fallo.
La defensa de Marcelino Delvalle aún puede apelar la sentencia, por lo que permanecerá todavía en la cárcel militar de Viñas Cue. Una vez que quede firme la condena, deberá ser trasladado a la Penitenciaría Regional de Emboscada.