Ataques de extremistas contra Israel hacen temer otra guerra en la región
Los ataques de los grupos extremistas palestinos, que operan en la Franja de Gaza, no cesan sus ataques desde esa región, contra Israel, que responde con bombardeos contra los sitios de lanzamiento de los cohetes; mientras la violencia también estalla en ciudades israelíes con población árabe, haciendo temer otra guerra.
Los cohetes lanzados desde Gaza ya superan más de un millar, lanzados indiscriminadamente contra ciudades israelíes.
En respuesta, Israel realiza bombardeos de precisión contra los sitios de lanzamientos, localizados mediante el sofisticado sistema de detección que posee su defensa antimisiles, conocido como Cúpula de Hierro.
El sistema defensivo israelí hace que las víctimas en su territorio sean mínimas, sumaban 7 hasta ayer.
Mientras, los extremistas en Gaza, conociendo el sistema de reacción israelí, lanzan sus cohetes desde zonas pobladas, logrando que los bombardeos de represalia causen muchas víctimas entre la población, unas 65 hasta ayer.
Este modus operandi de los grupos extremistas es utilizado desde hace años, creando “mártires” para su causa.
El movimiento islamista Hamás, que gobierna en Gaza, aseguró que no aceptará una tregua “hasta que paren los bombardeos” que, como se informó, son en respuesta a los cohetes de ese grupo y sus aliados, por lo que no se ve un final de la violencia a la vista.
El número dos de la organización, Salah al Arouri, dijo ayer en una entrevista con el canal de televisión Al Aqsa TV, incluso, que los cohetes y misiles disparados en los últimos días son “existencias viejas” de las cuales querían deshacerse y que aún no han disparado el arsenal más nuevo, informó la agencia EFE.
Los bombardeos israelíes, que incluyeron una operación de inteligencia contra “el mando militar supremo” de las Brigadas al Qasam, el brazo armado de Hamás, costaron la vida al comandante de la ciudad de Gaza, Bassem Issa.
Los recuerdos son hoy las tres guerras de 2008, 2012 y 2014, esta última la más sangrienta, con más de 2.200 víctimas fatales palestinas y 73 israelíes. Miles resultaron heridos.
Cohetes sin cesar
El brazo armado de Hamás disparó ayer un misil antitanque -el segundo después del lanzado por la Yihad Islámica (otro grupo extremista, aliado de Hamás) el lunes- contra un vehículo blindado militar y mató a un soldado israelí.
De madrugada, las milicias lanzaron una nueva ráfaga que hizo sonar las alarmas en el área de Tel Aviv y que mató a un hombre y su hija de 16 años, árabes israelíes, en la ciudad de Lod.
Durante el día, 15 proyectiles fueron disparados hacia la ciudad israelí de Dimona, donde se ubica una planta nuclear.
Por la tarde, los grupos extremistas palestinos lanzaron 130 cohetes más contra las ciudades israelíes de Netivot, Sderot y Ashkelón, esta última especialmente castigada en la jornada de ayer.
Bombardeos de respuesta
Los bombardeos israelíes fueron especialmente intensos por la mañana en la ciudad de Gaza y continuaron intermitentemente durante el día.
Además, una cuarta torre de 14 plantas, Al Shuruq, se derrumbó tras ser bombardeada, después de haber recibido un aviso de evacuación por parte de los israelíes, que utilizan este procedimiento (avisan a las autoridades de Gaza dónde bombardearán para que los civiles puedan ser evacuados, aunque los extremistas no siempre reaccionan a tiempo).
El Ejército israelí llevó a cabo una operación junto a los servicios de inteligencia que mató simultáneamente a 10 comandantes militares, de los cuales cuatro eran encargados de investigación y desarrollo y producción.