Asaltan una panadería con armas de juguete
Dos delincuentes llegaron y entraron a una empresa de panificados, el jueves por la noche, y con una rapidez impresionante, redujeron a los trabajadores para tomar la suma de G. 55 millones de la oficina administrativa.
El hecho se registró el jueves último a las 19:45 en el interior de la empresa de panificados “Colón”, que funciona sobre la calle 8 de Setiembre casi Domingo M. de Irala del barrio Colón de Guarambaré, propiedad de Mirtha Fany Mendoza de Díaz (55 años).
La encargada del local, Patricia Alvarenga, dijo ayer a ABC que a la hora indicada llegó un último repartidor al negocio y detrás de él ya ingresaron los dos asaltantes, con prendas oscuras y cascos. Estos llegaron en una motocicleta oscura.
Uno de los sujetos, que tenía una mochila rosada, tacleó a uno de los empleados y luego, lo hizo acostar al suelo. Después, ya con arma en mano abordó a otros tres trabajadores que estaban en el depósito situado detrás del estacionamiento de rodados.
El cómplice salió al exterior, donde a punta de pistola hizo acostar en el suelo
al repartidor recién llegado.
El otro maleante se dirigió después a una oficina, donde descargó en su mochila todo el dinero, producto de las recaudaciones del día, que debía destinarse al pago a los proveedores y de la caja chica de la firma, que totalizaba la suma de G. 55 millones en efectivo. Luego de esto, los dos sujetos corrieron hasta el biciclo y huyeron del sitio.
El golpe duró en total unos 20 segundos.
El suboficial principal Hugo López, de la comisaría 22ª Central, señaló a nuestro diario que hallaron en el lugar una pieza de plástico que sería de una de las armas usadas por los asaltantes, por lo que presumen que serían de juguete. Agregó que al momento del atraco, la víctima, por el susto, difícilmente va a diferenciar un arma de juguete de una real.
Villa Elisa
Otro atraco se registró, ese mismo jueves a las 18:30, en esta ciudad, donde dos jóvenes a cara cubierta con tapabocas, se hicieron pasar por clientes en el autoservice “Rase”, ubicado a 300 metros de la comisaría 13ª Central. A punta de pistola obligaron a los trabajadores a acostarse en el suelo, para apoderarse de la suma de unos G. 1.000.000.