ROSTROS DEL COVID De una sorpresade Reyes a una triste despedida
El virus del covid-19 ha generado miedo y momentos tristes ya que consigo se ha llevado a muchas vidas (más de 10.000 según las cifras del MSPBS). Este es el caso de doña Mirian Celeste Cabriza (51), una mujer coqueta y luchadora que perdió la batalla contra esta enfermedad el 11 de junio pasado. Hoy sus hijas y familiares la extrañan más que nunca. Una de ellas había vuelto de España y apareció escondida en una gran caja de sorpresa el Día de Reyes, en enero pasado. Una familia y muchas historias
El 2 de enero de este año, luego de once meses viviendo en España, la abogada y maquilladora Karina Cabriza volvía al país para dar una sorpresa a su pequeño hijo Iann de nueve años. La historia de esta madre se hizo viral en redes y conocida en los medios de comunicación y redes sociales ya que la misma decidió sorprender a su pequeño metiéndose en una gran caja de regalo, convirtiéndose en su mejor obsequio de cumpleaños; toda la familia estuvo feliz incluyendo a la madre de Karina, la señora Mirian Cabriza, quien durante el viaje de su hija a España, fue el pilar y sostén emocional de su nietito.
La mamá y abuela Mirian, mujer luchadora por excelencia, se enfermó de covid-19 en mayo pasado. Su hija Karina relató que fueron 26 largos días de lucha y esperanza de que pudiera mejorar, pero lastimosamente no fue así y el 11 de junio “su alma se elevó al cielo”, recuerda Karina entre lágrimas.
Una luchadora de la vida
“Mi mamá era docente, una persona muy luchadora, nos sacó adelante a mi hermana y a mí, prácticamente sola desde que mi papá emigró a España hace 17 años. Mamá cumplió 51 años en el segundo día de internación en el hospital, que fue el 18 de mayo, le llevé un arreglo de flores con un champán pequeñito porque le hacía mucha ilusión cumplir años, en esta oportunidad quería celebrarlo, pero no se pudo” expresó Karina.
El recuerdo de mamá
La joven contó que su mamá era una mujer muy divertida, moderna y sobre todo coqueta, “siempre llevaba pestañas bien cargadas, uñas largas bien pintadas, amaba la vida, le gustaba disfrutar; de hecho, en los últimos tiempos lo hizo muchísimo, parecía como que se estaba despidiendo; mi hijo –su nieto– era todo para ella, lo malcriaba muchísimo y se extraocupaba de él, incluso en el hospital internada cuando ella ya casi no podía hablar lo hacía, nos pedía que él le llame o que le recordemos que debía asistir a su taekwondo, debía tener el control de todo, y se preocupaba por todos”.
El covid se la llevó
Karina manifestó que su madre se enfermó en el mes de mayo y rápidamente acudió al médico para consultar y ser medicada. El tratamiento lo estuvo siguiendo al pie de la letra confinada en su domicilio durante una semana, la cual pudo pasarla tranquilamente, hasta que el domingo 15 de mayo amaneció sin poder levantarse ni hablar. “La llevamos de urgencia, se internó al día siguiente y desde ese día ya nunca pudo mejorar; al contrario, la enfermedad le afectaba muchísimo psicológicamente y ella tenía muchísimo miedo, eso hacía que empeore, estuvo 26 días internada, días en los cuales pasamos de todo. Tenemos un sistema de salud tan precario... incluso me llegue a pelear con mucha gente en el hospital y gracias a eso la mantuve viva hasta donde su cuerpo pudo llegar, porque si yo era una ignorante (y no hacía nada) mi mamá se moría mucho antes, ahora ya descansa, y dejó de sufrir” expresó con mucho dolor la joven.
Karina considera que fue un acierto volver al país, porque de alguna manera pudo disfrutar de estos últimos meses de su madre antes de despedirse de ella para siempre.