Movimiento brasileño manifiesta solidaridad
“Nuestro movimiento –defensor de los intereses colectivos del pueblo de Paraná, donde se ubica la planta Itaipú Binacional en lado brasileño– también es solidario con la demanda de que el recurso excedente de Itaipú sea invertido en beneficio de la gente de Paraguay”.
Señala el movimiento Pro-Paraná en su respuesta a la publicación de ABC de un material titulado “No son reclamos del Paraguay en Itaipú sino del movimiento Pro-Paraná del Brasil”, que se había hecho eco de una publicación de Gazeta do Povo de Curitiba sobre la materia.
La nota de respuesta está firmada por Marcos Domakoski, presidente del Movimiento Pro-Paraná, con un listado de los contactos de su oficina de prensa.
“En referencia al informe, citando en la edición del 30 de junio unas noticias de Gazeta do Povo, quisiera enfatizar que nuestro movimiento, defensor de los intereses colectivos del pueblo de Paraná...”, luego continúa el párrafo que encabeza esta nota.
“Esto se llevará a cabo cuando se cierre el préstamo tomado por los dos países socios para la construcción de la planta”.
“Tenemos en el movimiento, que es una entidad de la sociedad, un comité que analiza semanalmente temas relacionados con la infraestructura del Estado. Este grupo cuenta con experimentados ingenieros, abogados, empresarios y directivos que, para los debates, se guían por datos, documentos y opiniones técnicas. Por esta razón, nos gustaría ponernos a disposición de ABC Color, así como de otros medios de comunicación en Paraguay, para brindar información directamente en futuros informes sobre Itaipú Binacional”, finaliza el escrito.
El material informativo de Gazeta do Povo del que se hizo eco ABC esta semana señalaba, entre otras cosas, que la intención es “establecer un nuevo modelo que se adapte mejor a Paraná y corrija las injusticias cometidas hace 50 años en materia de indemnización al Estado”.
En el siguiente párrafo explican que buscan “una compensación por las grandes pérdidas que tuvo y está teniendo Paraná como consecuencia de la construcción de la planta –inundación de grandes áreas cultivables; reducción del potencial turístico con la desaparición de Sete Quedas; pérdida en la recaudación de ICMS; además de impactos tarifarios en los consumidores de Copel, derivados de un mayor costo de energía de Itaipú por la compra obligatoria, que solo afectó a las distribuidoras del Medio Oeste, Sudeste y Sur– en el momento de la construcción de la planta, las redes Norte y Noreste no estaban interconectados al sistema nacional.