Angustia por arrestados tras protestas
LA HABANA (AFP). Frente a la estación de policía de El Capri, en la periferia de La Habana, una mujer llora de angustia por la suerte de su hija, detenida por agentes del régimen el lunes durante la protesta popular que estremeció ese barrio humilde.
“A mi hija se la llevaron ayer (lunes) y no sé nada de ella, pero no diré más, ni quiero que me filmen”, dice con agotamiento y temor.
De baja estatura y tez morena, la mujer espera alguna información pues no sabe “nada”.
Su angustia es la de muchos familiares de los más de un centenar de detenidos en toda la isla durante dos jornadas de manifestaciones antigubernamentales.
Otra madre de 50 años también indaga por el paradero de su hijo de 21 años.
“Se lo llevaron de la casa esposado y a golpes, sin camisa, sin mascarilla”, y también “se llevaron a muchos del barrio, jóvenes y viejos”, precisa la mujer, que prefiere no revelar su identidad.
“Ni he comido, la presión la tengo altísima”, porque “no dan respuesta de nada”, añade.
Bajo anonimato, una joven de 24 años comenta que a su hermano de 25 años “lo sacaron de la casa del vecino”.
“Le dieron tremenda mano de golpes, injustamente, y se lo llevaron”, dice, sin saber dónde está. “A mi mamá por poco le da un infarto”, apunta.
En El Capri y la Güinera, barrios de la periferia de la ciudad, reinaba ayer la calma, garantizada por un fuerte dispositivo policial.
El lunes, una protesta popular fue reprimida por agentes del gobierno y garroteros que arremetieron contra ellos con palos, barras de hierro y hasta machetes.
Una de sus calles principales quedó tapizada de piedras y vidrios, así como trasformadores eléctricos rotos.
“Abajo el comunismo”, “Patria y vida”, gritaban los manifestantes, en contraposición al grito del régimen comunista cubano de “¡Patria o muerte!
En Cuba rige una dictadura comunista (ideología totalitaria) desde hace más de 60 años, es el régimen tiránico más antiguo y sangriento del continente.