Ola de violencia y saqueos en Sudáfrica
JOHANNESBURGO (EFE). La oleada de disturbios y saqueos masivos que sufre Sudáfrica desde la semana pasada, con niveles de vandalismo inéditos en la historia democrática de la nación austral, acumula ya 72 muertos y 1.234 detenidos, mientras la Policía y el Ejército unen fuerzas para estabilizar las zonas afectadas.
Los graves incidentes se concentran en dos regiones: la oriental provincia de KwaZulu-Natal y el corazón político y económico de la nación más desarrollada de África, la provincia de Gauteng (donde se encuentran Johannesburgo y Pretoria).
En esas zonas, durante los últimos días turbas de personas arrasaron completamente centros comerciales y tiendas, quemaron vehículos e inmuebles y cortaron calles y carreteras.
Lo que comenzó como protestas por el encarcelamiento del polémico expresidente Jacob Zuma (2009-2018) por desacato judicial, degeneró en una oleada de saqueos y vandalismo indiscriminado.
“El camino de la violencia, de los saqueos y de la anarquía solo lleva a más violencia y devastación. Lleva a más pobreza, más desempleo y más pérdida de vidas inocentes. Esto no es lo que somos como pueblo”, lamentó anoche el presidente del país, Cyril Ramaphosa.
Hasta ayer por la tarde el balance de víctimas mortales ascendía a 72, con 45 muertos en Gauteng y 27 en KwaZulu-Natal, según los últimos datos difundidos por la Policía sudafricana, que también confirmó un total de 1.234 detenciones.
La situación durante la jornada se mantuvo fuera de control en muchos puntos por la caótica afluencia de gente, incluso a pesar del despliegue de 2.500 soldados para apoyar a la Policía, que se había visto completamente sobrepasada por los altercados.
“Los saqueos continúan, así que no puedo decir que (la situación) esté bajo control”, admitió pasado el mediodía el jefe del gobierno de Gauteng, David Makhura.