Inundación empieza a ceder en Europa
Las enormes lluvias que provocaron inusitadas inundaciones en el centro oeste de Europa, con más de 190 víctimas fatales, afectando principalmente a Alemania, han comenzado a ceder este fin de semana, pero la alerta continúa en diversas zonas.
Angela Merkel descubrió el domingo la devastación “surrealista” provocada por las inundaciones en Europa del Oeste, que dejaron al menos 191 muertos en Alemania y Bélgica, con muchas personas todavía desaparecidas.
La canciller, con botas de montaña, tardó casi una hora en recorrer el pueblo de Schuld, cerca de Bonn, donde la crecida del río Ahr destruyó parte de la localidad.
Esta zona de Renania-Palatinado, en el suroeste de Alemania, fue una de las regiones más afectadas, con 112 de los 160 muertos del país. En Bélgica murieron 31 personas.
Prometió que “el gobierno federal y las regiones actuarán juntos para restablecer gradualmente el orden” en las zonas devastadas.
La presión de las aguas ha remitido en el oeste de Alemania, donde desde el sábado no ha habido precipitaciones importantes.
Pero, el país sigue en alerta por nuevas inundaciones en el sur y el este.
En Austria, el casco antiguo de Hallein, cerca de Salzburgo, se inundó.
Bajo el sol que volvió al oeste de Alemania, decenas de miles de personas –voluntarios y profesionales– trabajaron el domingo en tareas de limpieza.
Los equipos de rescate están buscando a los desaparecidos con helicópteros, barcos y buzos especializados.
“Todo fue muy rápido, el agua subió a 1,60 metros. Había cadáveres en la calle”, declaró un vecino de Bad Honnef, en Renania del Norte-Westfalia.
La policía de la región cifró en 150 el número de desaparecidos, y muchas personas pudieron finalmente ser contactadas por sus familiares.
Bélgica sigue buscando a “163 ciudadanos”, según el centro de crisis.
Holanda y Luxemburgo sufrieron por su parte importantes daños materiales.
El jefe de la Asociación Alemana de Ciudades y Municipios, Gerd Landsberg, pidió el domingo modernizar los sistemas de alerta locales, lamentando que la población tuviera “la impresión de que se trataba de una lluvia intensa” cuyo “alcance no se comunicó” con suficiente claridad.