Violación del Anexo C del Tratado fue con la complacencia de paraguayos
La violación del Anexo C de Itaipú entre 1985 y 1997 –excepto 1991– a pedido de los representantes brasileños en la binacional, quienes alegaron dificultades económicas, con la aplicación de una tarifa inferior al costo de Itaipú, tuvo complacencia de sus pares paraguayos.
La conclusión, categórica por cierto, puede leerse en el documento que presentó el lunes último el contralor Camilo Benítez.
El informe añade que debido a ese hecho la binacional dejó de percibir US$ 1.757.128.833, que generó una “deuda ilegal” de US$ 4.193.000.000. “De esta manera, a medida que aumentaba el importe no facturado por Itaipú, se incrementaba la deuda con Eletrobras durante el periodo citado en US$ 11.765.363.000”, apunta.
El informe final sobre la deuda de Itaipú, elaborado mediante la verificación de informes y documentos oficiales a los que accedió la CGR y que fueron “proveídos por la entidad auditada”, la aplicación de tarifas por debajo del costo de servicio de electricidad entre 1985 y 1997, “ocasionó que Itaipú dejara de percibir de la ANDE por la potencia facturada de 32.760.106 Kw, equivalente al 3% del total de la
potencia facturada, el importe total de US$ 43.975.113. Asimismo, el monto que Furnas y Eletrosul dejaron de pagar a Itaipú ascendió a US$ 1.713.153.719, por 1.191.841.065 Kw de potencia facturada, equivalentes al 97% del total de la potencia facturada por la binacional”, agrega.
Prosigue que “la diferencia de facturación evidenció que la medida adoptada por la binacional, en contravención a su propio Tratado y en perjuicio de sus propios intereses, benefició generosamente a las entidades brasileñas, considerando la amplia diferencia de potencia por ellas adquiridas, en relación a la potencia adquirida por la ANDE”, indica.
Refiere también que a medida que las empresas subsidiarias de Eletrobras dejaban de pagar a Itaipú el importe de US$ 1.713.153.719 entre 1985 y 1997, el monto de la deuda
con Eletrobras, “que fungía de compradora de energía eléctrica del lado brasileño, y a su vez se constituía en el mayor financista de Itaipú, aumentaba en US$
11.765.363.000, durante el mismo período. “Situación más que ventajosa para la entidad brasileña que, por un lado, se encontraba imposibilitada a pagar la tarifa establecida de acuerdo al Tratado de 17,10 US$/Kw y, por el otro, actuaba de prestamista y aumentaba sus ganancias con los intereses cobrados por las sucesivas refinanciaciones de las deudas impagas”, explica.
Lo llamativo aquí no es sólo que la entidad brasileña busque sus propios beneficios a costa de la binacional, sino que los representantes paraguayos, con la aprobación de las medidas adoptadas, también contribuyeron con esos beneficios, en perjuicio del Estado paraguayo al cual representaban, resalta la Contraloría.