Viaje a la atmósfera exterior busca crear turismo espacial
WASHINGTON (AFP). El hombre más rico del mundo, el estadounidense Jeff Bezos, cumplió ayer su sueño de alcanzar el espacio a bordo del primer vuelo tripulado de su compañía Blue Origin.
Junto a Bezos viajaban su hermano Mark, la aviadora pionera Wally Funk, de 82 años, y el primer cliente de pago de Blue Origin, el holandés Oliver Daemen, de 18 años. Ella se convirtió en la persona de más edad en llegar al espacio, y el joven en la menor.
El cohete New Shepard, al que iba adosada una cápsula que transportaba a los cuatro tripulantes, despegó desde un remoto lugar desértico en el oeste de Texas.
Tras la separación de la cápsula, los astronautas pasaron unos minutos por encima de la denominada Línea de Karman (a 100 km), el límite reconocido internacionalmente entre la atmósfera y el espacio.
Pudieron admirar la curvatura del planeta azul y el intenso color negro del espacio.
Tras unos minutos de ingravidez, la cápsula descendió en caída libre antes de desplegar tres paracaídas gigantes y luego un retropropulsor para aterrizar suavemente en el desierto luego de un vuelo de unos 10 minutos.
El equipo de Blue Origin recibió las felicitaciones de la NASA, mientras que el fundador de Virgin Galactic, el británico Richard Branson, tuiteó: “¡Bien hecho!”.
Branson había hecho un viaje similar el 11 de julio pasado, pero llegó solo a 86 km de altitud.
Este primer vuelo tripulado de Blue Origin fue también el primero en el que viaja un pasajero de pago.
Daemen sustituyó al ganador original de la subasta en línea a mediados de julio, que pagó 28 millones de dólares pero decidió dejar pasar su turno.
Un tercer multimillonario en liza, Elon Musk, y su empresa SpaceX se unirán a la carrera espacial en septiembre con una expedición orbital totalmente integrada por civiles.