El Congreso Mundial de la Naturaleza abre sus puertas
MARSELLA (AFP). El Congreso Mundial de la Naturaleza abrió sus puertas ayer en Marsella (Francia).
“Estamos pidiendo demasiado al planeta. Estamos tomando, tomando... y no cuidamos nuestros recursos, nuestra biodiversidad”, alegó el director general de la UICN, Bruno Oberle, en un debate con organizaciones indígenas.
“Existe un círculo virtuoso. Si se produce una movilización colectiva, los efectos de aceleración llegarán”, lanzó como mensaje de esperanza el presidente francés Emmanuel Macron, al inaugurar oficialmente la cita.
Macron anunció paralelamente la convocatoria de una cumbre sobre los océanos en Francia a finales de 2021 o principios de 2022.
El Congreso de Marsella reúne a miles de expertos en la conservación de la biodiversidad hasta el día 10, aunque buena parte de los debates se realizan en línea, a causa del covid-19.
Durante décadas, la Unión por la Conservación de la Naturaleza (UICN, fundada en 1948), organizadora del evento, ha trabajado discretamente para catalogar la riqueza natural del planeta y para orientar la política medioambiental del más de centenar de países que la integran.
Su principal herramienta es la Lista Roja de especies amenazadas, con nueve niveles de alerta, que será actualizada hoy.
La UICN ha catalogado hasta la fecha poco más de 137.000 especies de animales y vegetales (su objetivo es un mínimo de 160.000) de las cuales un 28% se encuentran bajo amenaza de extinción.
Frente a las acciones espectaculares de organizaciones como Greenpeace, o agresivas como las de Extinction Rebellion en las calles de Londres, la UICN aplica una política equilibrada que busca persuadir razonablemente sobre los peligros ambientales.
La UICN realiza un trabajo paciente con su red de colaboradores en el mundo, centrados básicamente en la observación de la riqueza medioambiental, y en alertar a los gobiernos de los problemas en sus territorios.