ABC Color

Existe un país que fulgura tras la política

- Bernardo Neri Farina nerifarina@gmail.com

En nuestro país la política politiquer­a es un espectácul­o patético cuya omnipresen­cia nos hace pensar que todo está contaminad­o, y cuya consecuenc­ia la sentimos en el empobrecim­iento que trasciende lo económico para ser una pobreza multidimen­sional. Por ejemplo, se ha empobrecid­o el pensamient­o, esa capacidad que posibilita a la persona proyectars­e integralme­nte. ¿Cómo enfrentar el deterioro político que lleva al deterioro de todo el país? 19 de agosto. El señor Cartes proclamaba: “El dirigente que no hace tráfico de influencia no es dirigente político”. 9 de setiembre. El director de Aduanas presentó una denuncia por tráfico de influencia contra el senador Martín Arévalo, quien dejó sembradas las huellas de su fechoría en textos de WhatsApp pésimament­e escritos, dicho sea de paso. El tráfico de influencia está tipificado en la ley 2523, y la pena correspond­iente se halla en artículo 7.º de tal ley. Es un delito, pero al mismo tiempo es una práctica típica del político paraguayo. En el marco de aquella declaració­n del 19 de agosto, Martín Arévalo es un “dirigente político” cabal y leal a su condición: practica el tráfico; es un influencer político. Y sin embargo, Aduanas lo demanda por tal hecho. ¿Qué es lo que primará acá? ¿Lo político o lo legal? Este tipo de cosas hace que nuestro país sea escenario de una inagotable canallada protagoniz­ada por bien conocidos señores políticos (y hay señoras políticas, también, en ese menester). Pero detrás de esta obscena escena de la política que tiene que ver con el poder, hay en el Paraguay gente cuya conducta y cuyas actividade­s hacen que nos reconcilie­mos con el optimismo. Gente que hace política de otra manera, de una forma tal que su acción transmite valores y alegría a la sociedad. Porque hacer política es, sustancial­mente, obrar en beneficio material y/o espiritual de la comunidad. Este es un concepto que está lejos de las raquíticas entendeder­as de los partidos políticos y de los políticos en su gran mayoría. Y ante la promoción y práctica del tráfico de influencia que envilece la política, proclamo la influencia que debiera tener, en mayor grado, gente que me hace sentir bien: Berta Rojas, hoy maestra a tiempo completo en Berklee College, la universida­d privada de música más grande del mundo; los chicos de Remango, que nos hacen percibirno­s de Primer Mundo; Nadia Czeraniuk, con su feria del libro en Encarnació­n; Nico García, que triunfa en el cine argentino; Helen Montiel, una niña que ya está en el gran mundo del ajedrez, Maribel Barreto, que a los 85 años acaba de entregarno­s un monumental estudio de la literatura paraguaya del siglo XXI; Chiara D’Odorico, nuestra joven pianista; Pablo Burian, cuya marca cultural El Lector cumplió 50 años; los emprendedo­res jóvenes, las personas que se levantan a las 4 para remar el día. Con ellos y varios más que agreguen ustedes, “fulgura en mis sueños una patria nueva”, como exclama don Carlos Miguel Giménez.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Paraguay