ANDE prefiere guardar la tarifa media real que paga a las binacionales
La tarifa media que pagó la ANDE por la energía que le proveen sus tres fuentes hidroeléctricas es US$ 28,3/MWh, según las cifras que consignó la estatal en su respuesta a la pregunta de ABC que buscaba actualizar la cantidad que abona a Itaipú por cada MWh que le provee, pero excluye la de Acaray y subvalora la de Yacyretá.
Debe advertirse que con esos US$ 28,3/MWh la estatal se limita a exhibir solo una parcela de la realidad, porque ese promedio es superior, hecho que implica un acercamiento mayor al temido tarifazo o a la mutilación del “Plan Maestro” de la estatal que alejaría aún más a sus clientes del anhelado “servicio de calidad” y al país de la plena disponibilidad de su energía en Itaipú y Yacyretá.
En la respuesta de la estatal debimos zambullirnos en un par de lagunas. La primera, la tarifa real de Yacyretá (EBY) y la segunda con la ausencia del costo de la energía de Acaray, que aún cuando su peso en el esquema de abastecimientos al Sistema Interconectado sea pequeño e inclusive pertenezca a la ANDE, su funcionamiento y mantenimiento no son gratuitos.
El material informativo que divulgó la ANDE, bajo el título “Energía Consumida (MWh)” en la parte gráfica, incluye el suministro de Acaray, Yacyretá e Itaipú –en ese orden– en la cobertura de la demanda del Sistema Interconectado entre enero y agosto. En este material concentraremos nuestra atención, sobre los registros correspondientes al 2021.
En la parte de “Costo de la Energía consumida (USD)”, excluye el correspondiente a la Energía de Acaray y atribuye a la de Yacyretá un valor irreal o, según la definición más cercana a la realidad, a un valor dependiente de la resolución de diferencias con Argentina.
La escasa incidencia del aporte de Acaray en la cobertura de la demanda del mercado que atiende la ANDE, solo 4,2% del total o de Yacyretá (11,05%), no justifican la subvaloración del costo de la energía estas centrales. En rigor, 15,25% de cobertura es ya muy relevante en cualquier cálculo de costos, en este caso de LA ANDE. Itaipú atiende el
84,75% faltante.
En la sección referente a la “energía consumida”, el informe de la empresa eléctrica consigna 505.562, 53
MWh, aporte que fue superior en 70,4% al que hizo en el mismo lapso de 2020, pero en lo atinente al “costo de la energía .... ”, la ausencia despierta curiosidad.
Sobre la central paraguayo/argentina, cuya participación en la atención de la demanda del Sistema Interconectado fue del 11,05% en los ocho primeros meses de este año, las cifras que apunta la ANDE en su respuesta, que por 1.320.330,80 MWh pagó US$ 29.874.627,89 permite concluir que por cada unidad, el MWh, la ANDE pagó US$ 22,63, lejos de los US$ 44/MWh que, según la Nota Reversal de 1992, es la tarifa de Yacyretá.
De acuerdo con esta tarifa, la factura real de la ANDE, por la cantidad que compró entre enero y agosto trepa a
US$ 58,085.887,2.
En junio de 1995, el Legislativo paraguayo había rechazado la Reversal de 1992, por considerarla perjudicial a los intereses nacionales; sin embargo, a la parte argentina le bastó esgrimir que el rechazo del instrumento colisionaba con la Convención de Viena sobre el Derecho de los Tratados, para imponer su decisión de mantener vigente el instrumento diplomático.
Aparentemente, la única institución coherente con la decisión legislativa de 1995 fue la ANDE, que en la
práctica se manifestó en su decisión de abonar a la EBY solo US$ 22,63/MWh. Empero, la diferencia registra la EBY en una cuenta que hasta el 2015 sumaba ya US$ 310 millones.
Tan ineludible es esta salida que en el nonato instrumento diplomático N° 2
de setiembre de 2017, las partes, representadas entonces por los gobiernos de Horacio Cartes y Mauricio Macri, decidieron cobrarle al Paraguay. En otras palabras, esa deuda, que según fuentes argentinas excede ya los US$
450 millones, es una Espada de Damocles que pende sobre la cabeza de los usuarios de la ANDE.