Me sorprendió Sequera
El pasado viernes 8 de abril invité a “Mesa de Periodistas” por ABCTV al director de Vigilancia de Salud del ministerio de Salud, Guillermo Sequera, a hablar de la normalización sanitaria y de la pandemia de covid. Me sorprendió Guillermo y para bien, porque yo esperaba su más férrea oposición a los reclamos que vengo realizando hace más de un año ya sobre las políticas adoptadas para combatir la pandemia y me encontré, en cambio, con que tenemos un número importante de coincidencias.
Por ejemplo, Guillermo coincidió en que no hay base científica para exigir certificado de biológicos covid para entrar al país, sino solo política, “de coordinación Mercosur” y estimó que se levantará la exigencia pronto porque está en el ánimo de todos los ministerios de Salud del bloque. La razón científica para exigir cualquier vacuna para ingresar a un país es que la misma previene los contagios y ninguna otra, y Guillermo coincidió también en que los biológicos covid tienen limitaciones para prevenir contagios, pero reafirmó que disminuyen los riesgos de muerte, por lo que propuso mucha invitación a la vacunación y menos coerción.
Para mi mayor sorpresa, en el mejor sentido posible de la palabra, incluso criticó los métodos de Pfizer para vender sus biológicos covid, aunque discutió su incidencia en el fracaso de mecanismo COVAX dirigido por fundaciones de Bill y Melinda Gates (CEPI y GAVI). Pfizer, en efecto, prefirió vender la mayor parte de sus vacunas a gobiernos amigos de la empresa, a precios bien elevados, e incentivarlos a usar la coerción, y esos gobiernos amigos donaron los biológicos, usando como pantalla al mecanismo COVAX, a países como el nuestro después de hacer pagar a sus contribuyentes aquellos precios, que permitieron a la empresa recaudar solo en 2021 más de treinta y seis mil millones de dólares. Y Guillermo realizó la crítica aun reconociendo sus vínculos con IHME y ISGlobal, financiadas por Bill Gates, aunque negó que esté recibiendo fondos de mencionadas
ONG: “El rey de España financia a ISGlobal y yo soy republicano”, ejemplificó.
No me sorprendió menos que lo anterior el hecho de que Guillermo coincidió también en que se pueden modificar, para ajustar Código Sanitario a nuestra Constitución, sus artículos 13 y 298 que ahora habilitan a suspender disposiciones constitucionales.
Esos artículos de la Ley 836, Código Sanitario de Stroessner, violan el artículo 3 de nuestra Constitución al habilitar al Ejecutivo a suspender derechos de rango constitucional y violan también su artículo 137, al poner decretos del gobierno por encima de nuestra Carta Magna.
Aunque sostuvo que el informe de la Universidad John Hopkins que invalida estadísticamente la eficacia de las cuarentenas autorizadas por esos artículos es discutible, admitió que puede usarse como elemento de juicio.
Mucha gente seguramente duda de estas posiciones del Guillermo. Yo, en cambio, espero que prevalezcan en el sistema de salud para bien de nuestra democracia.