Actividades para conmemorar
En diversos pueblos del interior del país preparan actividades para conmemorar el vía crucis. El evento programado en la compañía Tañarandy del distrito de San Ignacio es el más esperado, pese a que este año no habrá cuadros vivientes ni procesión por el Yvága rape.
SAN IGNACIO, Misiones (Rafael Montiel, corresponsal). Los habitantes de la compañía Tañarandy se preparan para conmemorar la crucifixión de Jesús mañana, Viernes Santo. Este año el programa retornó a sus orígenes para recuperar la esencia religiosa de la actividad que comenzó en el año 1992, hace 30 años.
Este año no habrá procesión por el Yvága rape ni la representación de cuadros vivientes como se hacía hasta antes de la pandemia del covid-19. Las actividades son coordinadas por el artista Delfín “Koki” Ruiz, con apoyo de una comisión y la Municipalidad local.
Los preparativos de antorchas para las luminarias se realizan desde hace semanas en el teatro El Molino del microcentro de este distrito y en Tañarandy en la vivienda de Gladys Fretes, presidenta de la comisión encargada de los detalles de la organización del evento.
La procesión de la imagen de la Virgen Dolorosa empezará en el Paso Mborevi de Tañarandy, seguirá en andas sostenidas por los bomberos voluntarios de Misiones por la calle Amorcito (esta calle es paralela al Yvága rape) que será adornada con candiles de apepu y antorchas y saldrá cerca del Centro Cultural La Barraca.
“Koki” Ruiz señaló que después de dos años de pausa se renueva la conmemoración en esta comunidad. “Queremos recordar los 30 años de Semana Santa a lo Yma en Tañarandy”, dijo.
La Virgen Dolorosa acompañada por los estacioneros y los pobladores pasará frente al Centro Cultural La Barraca, seguirá por la calle Cerró Corá hasta la iglesia parroquial.
También este año unos 80 jóvenes, bajo coordinación del profesor de danza de la Municipalidad de este distrito, Alberto Ramírez, con atuendos típicos, acompañarán desde la entrada de la ciudad hasta la parroquia.
Dentro de la iglesia se tendrá el encuentro de las imágenes de la Virgen Dolorosa y del Cristo que de acuerdo a los datos fue tallada durante las reducciones jesuíticas de San Ignacio Guasu, hace 400 años.