Papa alerta del empeoramiento de las condiciones sociales en Latinoamérica
“Que Cristo resucitado acompañe y asista a los pueblos de América Latina que, en estos difíciles tiempos de pandemia, han visto empeorar, en algunos casos, sus condiciones sociales, agravadas también por casos de criminalidad, violencia, corrupción y narcotráfico”, dijo Francisco tras la bendición Urbi et Orbi, ayer desde Roma.
CIUDAD DEL VATICANO (EFE). Como suele ser habitual, el pontífice aprovechó el mensaje de Pascua, leído desde la logia central de la fachada de la basílica de San Pedro, antes de dar su bendición Urbi et Orbi, para enumerar los problemas y conflictos que aquejan al mundo.
“Que Cristo resucitado acompañe y asista a los pueblos de América Latina que, en estos difíciles tiempos de pandemia, han visto empeorar, en algunos casos, sus condiciones sociales, agravadas también por casos de criminalidad, violencia, corrupción y narcotráfico”, dijo el Papa sin citar ningún país.
El Papa pidió además la paz para Ucrania, en Oriente Medio o en el continente africano, y que “el Señor Resucitado acompañe el camino de reconciliación que está siguiendo la Iglesia Católica canadiense con los pueblos indígenas”, en referencia a los casos de abusos, torturas y maltratos a los niños de los pueblos originarios en los internados católicos por orden del gobierno canadiense en los llamados procesos de asimilación.
Guerra
Tras celebrar la misa del Domingo de Resurrección en la plaza de San Pedro ante más de 50.000 personas, el Papa se refirió a la “incredulidad” que estamos probando con esta “Pascua de guerra”.
“Queridos hermanos y hermanas, toda guerra trae consigo consecuencias que afectan a la humanidad entera: desde los lutos y el drama de los refugiados, a la crisis económica y alimentaria de la que ya se están viendo señales”, advirtió también el Papa.
Y pidió que “ante los signos persistentes de la guerra, como en las muchas y dolorosas derrotas de la vida, Cristo, vencedor del pecado, del miedo y de la muerte, nos exhorta a no rendirnos frente al mal y a la violencia”.
“Que se elija la paz. Que se dejen de hacer demostraciones de fuerza mientras la gente sufre”, aseveró Jorge Bergoglio asomado al balcón en el que se presentó al mundo como Papa el 13 de marzo de 2013. Y rogó: “Por favor, no nos acostumbremos a la guerra”.
Francisco lamentó que tras la pandemia era el momento de salir juntos de la
mano y, sin embargo, “estamos demostrando que tenemos todavía en nosotros el espíritu de Caín, que mira a Abel no como a un hermano, sino como a un rival, y piensa en cómo eliminarlo”.
“¡Dejémonos vencer por la paz de Cristo! ¡La paz es posible, la paz es necesaria, la paz es la principal responsabilidad de todos!”, concluyó su mensaje.