El Gobierno de la Educación
Las máximas autoridades de la educación nacional son el ministro de Educación y Ciencias y el Presidente de la República, dicho con las palabras de la Constitución Nacional, el ministro es el responsable de la “dirección y administración” bajo la dirección del Presidente (art. 240). Las funciones del Estado en el ámbito de la educación se ejercen por medio del Ministerio de Educación y Ciencias (art. 18 LGE). El ministro y el Presidente son responsables definitivos del estado de la educación nacional, en sus manos está el poder para mejorarla y para hundirla más aún, si eso es posible. El gobierno de la educación ha destruido o permitido destruir el sistema educativo nacional en componentes esenciales de su estructura con la violación de artículos fundamentales de la Constitución Nacional y de varias leyes vigentes. Por ejemplo: - No existe la educación campesina y rural y de sus familias, tal como ordenan el artículo 115 (inciso 13) de la Constitución Nacional y el 79 de la General de Educación. - No existe la educación para la cooperación (art. 113 CN). - No existe la educación integral, porque no hay ni plan ni programas en los diseños curriculares, para el desarrollo de la dimensión espiritual, parte esencial constituyente de toda persona (art. 73 CN y 1 LGE). - No existen las comunidades educativas definidas en el artículo 11 LGE, mandato de la Constitución (art. 76) y de la LGE (arts. 7, 11, 12, 16, 19, 20 y 22). - No hay educación religiosa, que es derecho fundamental protegido en la Carta de las Naciones Unidas sobre los derechos humanos y garantizada en el artículo 74 de la CN y 3 de la LGE. - No se respeta, desde el gobierno del expresidente Cartes, el pluralismo ideológico en educación, garantizado en el artículo 74 de la CN. - No se cumple el artículo 18 de las disposiciones finales y transitorias de la CN, que manda a la educación nacional enseñar, dar a conocer la Constitución Nacional. - No se crea el Consejo Nacional de Educación y Ciencias prescrito desde el 24 de enero de 2017 por la Ley Carta Orgánica del MEC (arts. 22 a 25), que responden a los artículos 92 a 107 de la LGE. La esperanza efímera que brotó al principio del presente Gobierno, con el anuncio de la transformación de la educación nacional, muy pronto quedó frustrada, porque la deseada y necesaria transformación está resultando ser una mayor y peor destrucción del sistema educativo. No solo no repara los graves y escandalosos desacatos a la Constitución Nacional y las leyes, sino que añade más violaciones a la Constitución y las leyes. Al imponer la ideología de género viola el artículo 74. Atropella las culturas paraguayas y el artículo 73 de la CN y el 1 de la LGE que garantizan la educación en el contexto de la cultura de la comunidad de los educandos. Viola los derechos de los padres y destruye las familias, arrebatando además la patria potestad y el derecho a la vida de los hijos desde su concepción, todo lo cual está protegido por los artículos de la Constitución explicitados desde el artículo 49. La política de la ideología de género se ha impuesto sin la consulta “permanente a las comunidades educativas”, violando el artículo 19 de la LGE. Otro indicador elocuente del desgobierno en educación es que en menos de cinco años estamos teniendo tres ministros de Educación y Ciencias. Ante estos hechos descaradamente inconstitucionales e ilegales, desintegradores del Estado de derecho, preguntamos: ¿Qué hacen las máximas autoridades, responsables del gobierno de la educación nacional? Para tomar sus respectivos cargos juraron cumplir y hacer cumplir la Constitución y las leyes. Si no lo hacen, ¿tendrán que intervenir los otros dos poderes del Estado? ¿Cuál es la autoridad moral, la credibilidad, la profesionalidad de un ministerio y unas autoridades educativas que violan el orden jurídico? ¿Hay que obedecer políticas, decisiones, órdenes de quienes así gobiernan y nos obligan a violar la Constitución y las leyes y programan seguir violando la constitucionalidad de un ministerio y autoridades educativas que violan y programan seguir violándolas? ¿Estamos ante un gobierno de la educación caótico o anárquico? Inmenso desafío tiene el Dr. Nicolás Zárate, nuevo ministro de Educación y Ciencias.