Preocupación por la violencia
Unas de las grandes preocupaciones del obispo de Ciudad del Este, monseñor Guillermo Steckling, son la violencia, los abusos y la inseguridad. En esta parte de la entrevista dejó sentada su postura sobre estas cuestiones sociales.
–¿Qué opina sobre la escalada de violencia, sobre todo aquí en CDE?
– La violencia es algo que pertenece a una parte de la naturaleza del ser humano, sin embargo creo que se pueden hacer cosas en contra, como la vigilancia de la Policía, de los organismos de seguridad, la mejoras de condiciones de vida, para los más vulnerables que a veces no saben qué hacer y se meten en cosas ilícitas. También una lucha directa contra las mafias que se han establecido. La Iglesia debe trabajar en esto con una formación ética básica, comenzando con los diez mandamientos. Esto es un gran desafío que solamente la población, en forma conjunta y en solidaridad, puede atacar y superar.
–¿Hay acciones específicas desde la diócesis para combatir los abusos contra menores de edad?
–Hemos comenzado por casa, se puede decir. Lo primero que conviene hacer es escuchar a la víctima, tomarla muy en serio. No minimizar, no hace falta explicar demasiado porque es una tragedia. Luego tomar las medidas que deben tomarse sin contemplación de personas. Otro campo muy importante es la prevención. Existen protocolos de comportamientos en el ámbito eclesial. Yo solamente puedo animar a la gente abusada a denunciar donde corresponda. Que tengan el valor de presentar la cara y de firmar un papel porque en algunos casos no hemos podido actuar por falta de las denuncias.
–¿Cómo ve la situación política a nivel país?
–El Paraguay es un país rico en recursos. El clima que permite entre dos a tres cosechas al año. Pensemos en Itaipú, Yacyretá y la gente es muy talentosa. Hay muchos valores que no queremos reconocer; valores de solidaridad y de fraternidad que son riquezas muy grandes y eso hay que fomentar. Para mí los desafíos son la educación, salud, el apoyo a las pequeñas economías, la agricultura, las pymes. Y luchar contra grupos que están al margen y quieren aprovecharse. Tenemos que tomar en serio estas realidades, si no iremos al caos y más violencia.
–¿Qué mensaje le gustaría dar a la feligresía?
–Este domingo es, según la ley nacional, el día de la familia. El mensaje sería fortalecer los lazos familiares y darle una profundidad espiritual. Desde nuestra fe la familia tiene una profundidad espiritual muy grande porque la vemos como imagen de Dios. Vemos el matrimonio a la unidad que hizo Dios con la humanidad y al mismo tiempo es uno de los grandes valores que fortalecen todo el Paraguay.