El zorro y las gallinas
El miércoles los centralinos de bien recibían una extraña noticia en la que una vez más, el gobernador de Central, el cartista Hugo Javier González Alegre, era el gran protagonista. Desde el 12 de abril el administrador departamental está con arresto domiciliario, por ende, no puede ir hasta la Gobernación para ejercer sus funciones como tal, ya que tiene un impedimento judicial para gobernar. Luego de varios intentos fallidos por rever su situación legal dispuesto por la jueza María Elena Cañete y conseguir una medida “menos gravosa” que le permita acercarse nuevamente a la institución, su defensa representada Andrés Casati, Arturo Daniel y Fausto Portillo, tuvieron una descabellada idea. Ante el obstáculo para seguir en el cargo, los letrados solicitaron a la magistrada que le permita al gobernador Hugo Javier mudarse y vivir en la sede de la Gobernación, para que el mismo desde allí pueda cumplir con su arresto “domiciliario” y también, de paso, pueda “trabajar” y seguir administrando los recursos financieros. Metafóricamente, sería como dejarle a un zorro en el gallinero cuidando de las gallinas, sabiendo que a este animal le encanta devorarlas sin compasión alguna. Luego que el pedido tomó estado público, inmediatamente por alguna razón, la defensa de Hugo Javier desistió de la idea de que viva en las instalaciones de la institución y plantearon una revisión de medidas en un nuevo intento de revertir el arresto domiciliario. Dicha revisión tuvo lugar el viernes pero los fundamentos no fueron coherentes y la jueza Cañete se ratificó, por segunda vez, y mantuvo el arresto para Hugo Javier. La magistrada considera que el hecho investigado por el Ministerio Público sobre la supuesta mala ejecución de G. 6.352 millones del fondo covid-19 en cuya rendición de cuentas aparecen facturas clonadas y otras irregularidades, es sumamente grave y más aún porque el aparente hecho ocurrió durante la pandemia. También tiene en cuenta el grado de participación del gobernador. Según documentos, denuncias, informes de varios entes de control, son millonarios los recursos despilfarrados desde el 2019. Hugo Javier tiene tres causas penales abiertas de las cuales solo una avanza mientras que las demás están cajoneadas en la Fiscalía de Delitos Económicos. El aparente daño incluso parece ser irreversible, por lo tanto, mínimamente la población de Central merece que la justicia castigue con fuerza a los verdaderos actores de los hechos de corrupción.