Drogas se apoderan de las
La distribución de droga ha permeado todos los estratos sociales del país y sus ramificaciones son diversas, pero teniendo a la violencia como su elemento común. En todos los barrios de Asunción y en todas las ciudades del departamento Central hay vendedores y consumidores, que solo varían en la cantidad de estupefacientes que mueven. Los jóvenes atrapados en la adicción naufragan en una cruel práctica de autodestrucción física y mental, mientras sus familias luchan contra la desesperanza, el miedo y la discriminación, todo esto, ante una falta total de asistencia del Estado.
“Para nosotros ya no es microtráfico, porque queda como minimizado. Y la verdad que la venta al menudeo de droga es muy grande, una red amplia que crece” dice Francisco Ayala, director de comunicaciones de la Secretaría Nacional Antidrogas (Senad).
La ministra de la Niñez y Adolescencia, Teresa Martínez, asegura que este “narcomenudeo” tiene que ser perseguido como las grandes redes del narcotráfico.
Casi todos los días, los medios de comunicación muestran a jóvenes de zonas vulnerables acusados de distribuir pequeñas dosis de drogas. De tan cotidiano, parece que ya no es un problema.
Sin embargo, es apenas el rostro más visible de este submundo que es la venta de drogas.
En cualquier esquina
“Podés encontrar en cualquier esquina, como chicle se vende” dice un distribuidor de drogas que accedió a dar su testimonio a ABC Color, con la condición de poner su identidad en resguardo.
Este joven arrancó en las drogas en el 2017 como consumidor y cinco años después ya se dedica a la venta en raciones pequeñas.
Dice que hay demasiada “competencia” y que, como todo negocio, esto depende de la oferta y la demanda. Y la demanda en este rubro parece que nunca termina.
Si hace diez años atrás la Senad tenía barrios identificados como “puntos rojos” en el mapa de Asunción, es decir, lugares considerados de distribución o de consumo
masivo, hoy, ese mapa ya no es necesario y esto debido a una cuestión tan sencilla como brutal: Los 63 barrios asuncenos tienen distribución y consumo. Así lo asegura Ayala.
En lo único que varía es en el nivel de penetración que tienen las drogas.
“El tráfico aumentó y en consecuencia el consumo. Es algo que solamente se daba en las principales zonas urbanas de nuestro país, hoy está extendido a otros puntos” sostiene Ayala.
600 operativos
Solamente entre Asunción y Central, la Senad realizó 603 operativos contra el microtráfico desde abril de 2018 hasta septiembre de 2022, según la institución.
Los datos reportan que se decomisaron 35.183 kilos de marihuana, 105 kilos de cocaína, 9 kilos de crack, 350 unidades de LSD (droga sintética), entre otros, en estas operaciones.
La Senad tiene contabilizadas casi 600 personas detenidas en los últimos años en el departamento Central. Todas fueron investigadas por vinculación con el microtráfico,
en diferentes escalones de la estructura.
Una cifra que refleja lo que moviliza el narcomenudeo es que USD 5,4 millones en sustancias, cocaína crack, marihuana y drogas sintéticas fueron incautadas en Central en un período de cuatro años, señala Ayala.
Por eso, para el funcionario de la Senad, la denominación de microtráfico ya no corresponde, teniendo en cuenta la red que se ha extendido y los volúmenes de tráfico que manejan.
El fiscal adjunto de la Unidad de lucha contra el Narcotráfico, Marcos Alcaraz, considera que hace falta una respuesta más integral desde el Estado paraguayo.
“En lo estrictamente penal, puedo decir que nosotros (el Ministerio Público) somos una máquina de condenar personas. Y esa no es la respuesta integral que merece un Estado social de hecho que respete la dignidad humana” dice Alcaraz.
Según los datos de Alcaraz, en lo que refiere a esta actividad ilícita, el Ministerio Público tiene reportado que, en el 2021, se ha condenado a 371 hombres y 76 mujeres, totalizando 447 personas, solamente por la ley N° 1340, que se refiere específicamente a delitos vinculados al narcotráfico.
Respuesta integral
Para Alcaraz, nunca es suficiente la cantidad de condenados. La mayoría son adictos y, para Alcaraz, la adicción tiene que ser abordada como un problema de salud pública.
“El Estado paraguayo es una trituradora de personas” dice el fiscal.
Desde Nueva Italia a Limpio, la comercialización de drogas se amplió a lo largo y ancho de todo Central y Asunción. Además, avanza en las capitales departamentales de todo el país y diferentes ciudades referentes.
“Yo puedo estar dos días sin comer y horas caminando, buscando el crack”, dice otro consumidor que habló con ABC sobre este tema y que está buscando la forma de salir de esta adicción.
“Todos saben quiénes venden y cómo consiguen”, afirma un distribuidor de cocaína que accedió a esta entrevista con la condición de resguardar su nombre.
Y termina con esta reflexión: “Creo que es un tema que no va acabar nunca. Es demasiado grande ya”.
Mañana: Depender de las drogas.