Todos los caminos llevan al clan Rotela
En el circuito del microtráfico en Paraguay, todos los caminos conducen al clan Rotela. “Su caso es totalmente atípico para lo que es el negocio de la venta de drogas al menudeo” señala Ayala, de la Senad.
Se refiere a que en principio y mitad de los años 2000, el microtráfico era un negocio que fluía sin tener una cabeza fija, con decenas de distribuidores esparcidos por Asunción y Central, ofertando sus mercancías de acuerdo a sus necesidades y ganancias.
Armando Javier Rotela Ayala era uno de esos distribuidores en aquellos tiempos. Hoy, con 40 años, es el líder de un grupo que maneja toda la estructura de distribución de drogas, tanto de Asunción como de otras ciudades de Central y del interior del país. Es el patrón del microtráfico, según los investigadores.
El nombre obedece a que los primeros miembros y lugartenientes de este grupo eran familiares de Armando Javier. Fue él junto con su primo Óscar quienes iniciaron el reclutamiento de jóvenes para la distribución de drogas, primeramente, en Asunción.
Armando Javier Rotela está preso en la cárcel de Tacumbú desde 2017. Fue condenado a 27 años de cárcel por tenencia, comercialización de drogas y asociación criminal.
Pero en la cárcel, su grupo se hizo más fuerte. Según fuentes del Ministerio de Justicia, el clan Rotela controla la distribución de drogas en el 50% de las 18 cárceles habilitadas en Paraguay.
Este control le ha valido enfrentarse al poderoso grupo criminal PCC (Primer Comando Capital) de Brasil, que tiene su ADN en las cárceles de São Paulo y al narcotráfico como su principal financiamiento. Este enfrentamiento tuvo, en junio de 2019, un saldo de terror, con el asesinato de 10 internos de la penitenciaría de San Pedro, en un hecho que se dio a conocer como “la masacre de San Pedro”.
Marcos Alcaraz, fiscal adjunto de la Unidad Especializada en la lucha contra el Narcotráfico, dice que el caso de los Rotela es muy particular, porque la Fiscalía logró la condena de prácticamente toda la familia, empezando por el líder, Armando Javier.
“Es una estructura familiar fuerte que tiene sus ramificaciones muy amplias”, señala Alcaraz.
El fiscal Isaac Ferreira, de la Unidad Especializada Antinarcóticos, conoce bien al clan. Ha investigado por años al grupo y logró la condena para Armando Javier y otros miembros claves.
“Nosotros tenemos investigaciones que demuestran que Armando Javier Rotela seguía operando, o al menos, dando indicaciones para seguir trabajando, desde la propia cárcel”, dice Ferreira.