Pese a la inestabilidad política y los embates, la economía de Perú resiste
La economía de Perú resiste como un edificio antisísmico frente a los “temblores” generados por la inestabilidad política en el país. Pese a los embates y la constante crisis, mantiene su crecimiento en la región.
LIMA (AFP). En los últimos cinco años Perú tuvo seis presidentes, cerró una vez el Parlamento y recientemente vivió un intento de golpe de Estado. Pero su economía resiste pese a las persistentes crisis políticas.
Las recientes manifestaciones tras la destitución y detención del expresidente Pedro Castillo, quien intentó dar un golpe de Estado el 7 de diciembre, bloquearon calles y provocaron una convulsión social que perjudicaron a los negocios ambulantes.
Pese a la crisis política, el nuevo ministro de Economía y Finanzas, Alex Contreras, designado por la presidenta Dina Boluarte, sucesora de Castillo, dice que Perú “es como una especie de edificio antisísmico”.
Perú, el segundo mayor productor mundial de cobre y plata, conserva estabilidad monetaria, fiscal y financiera, independientemente de cualquier gobierno.
“Esas columnas centrales son: un Banco Central independiente, un Ministerio de Economía que, a pesar de los cambios (...) cuatro ministros de Economía en un año (...) mantuvo el respeto por las reglas fiscales, y una Superintendencia de Banca que mantuvo la estabilidad financiera”, explica Contreras.
Asegura que el 2022 cerrará “con un crecimiento de 2,8% o 2,9%” del PIB. “Hubo efectos importantes, paralizaciones en la minería. Sin esos efectos hubiéramos crecido 4%, por encima de la región”, que crecerá un 3,7%, según la Cepal.
Perú tiene todavía la segunda mejor clasificación de riesgo país de la región después de Chile, sostiene.
“Ese es el reflejo de tener la deuda pública más baja de la región. Este año (2022) va a estar alrededor de 33,8% del PIB. El déficit fiscal está en 1,6%, después de estar casi a 9 puntos” por la pandemia, comenta.
Pese a ser un país minero “se tiene que lidiar con el 80% de la población económicamente activa, que es informal, y un 70% de la actividad empresarial con pequeños emprendedores (...) que tienen, por supervivencia, que salir y trabajar todos los días”, explica el exministro de Economía Luis Miguel Castilla.
“Si bien (...) la informalidad nos pone un techo al desarrollo, hace que la economía siga andando”, considera Castilla.
Economía ilegal
Perú es considerado uno de los mayores productores globales de cocaína (400 toneladas anuales) y en su territorio operan la minería y la tala ilegal, con criminalidad organizada transnacional.
Aunque no existe un cálculo oficial de cuánto aporta la economía ilegal al PIB, hay ejemplos. “Me atrevería a decir que la producción de oro ilegal en el país hoy supera a la producción legal (96,6 toneladas en 2021)”, considera el exministro Castilla.
Y la corrupción “se come” un 20% del presupuesto anual del país, añade.
Pese a la resistencia de la economía, las constantes crisis lastraron el ritmo de crecimiento. “Ya no es sobresaliente. Estamos después de mucho tiempo en el tercio inferior en la región”, dice el exministro de Economía Waldo Mendoza.
El ministro Contreras espera lanzar el programa “Con Punche (energía) Perú”, que contempla flexibilizaciones tributarias y soporte
a los sectores vulnerables.
A los inversionistas internacionales “no les asusta” la volatilidad en Perú “porque
entienden que hay una agenda por el lado institucional en la que avanzar, (...) y confían mucho en la capacidad” del país, dice.