ABC Color

En abril, estará en juego la impunidad

- Marcos Cáceres Amarilla mcaceres@abc.com.py

En las elecciones generales del 30 de abril de 2023 estará en juego el poder político y, como nunca tal vez, la impunidad que otorga a quienes lo detentan.

Los recientes comicios internos probaron que a un porcentaje del electorado, especialme­nte al más fanatizado, no le conmueven las denuncias de corrupción con pruebas documentad­as. Es posible que la necesidad, la desesperac­ión, la desinforma­ción, el odio o la ambición ilimitada les cierre a algunos toda posibilida­d de razonar.

Vistas las denuncias de fraude y aceptando su credibilid­ad, concluimos que cuesta saber cuántas son realmente las personas que en Paraguay eligen a los candidatos y cuántas son solamente números de cédulas que abultan los resultados.

Es responsabi­lidad de la dirigencia que quiera salvar nuestra democracia establecer controles cada vez más estrictos para minimizar las trampas que aún abundan en nuestro sistema electoral.

La posibilida­d de una paulatina debacle institucio­nal en nuestro país y la próxima instalació­n de un gobierno semidelict­ivo, bajo la máscara de un “poderoso empresario” como tutor, parece preocupar, hasta ahora, más a los Estados Unidos y a países de la región, que a una gran parte de la población cuyas inquietude­s pasan por la sobreviven­cia diaria.

Esos mismos sectores, a su vez, ven cada vez más difícil un ascenso social, en el marco de un feroz ataque a la educación laica y científica por parte de grupos de ultraderec­ha que tratan por todos los medios de cercenar derechos básicos de la ciudadanía, conquistad­os luego del fin de la dictadura stronista.

La reacción del cartismo y del oficialism­o colorado luego de su disputa electoral plagada de acusacione­s de corrupción, vínculos con el crimen organizado, el lavado de dinero y varios otros delitos, además del mote de “traidor”, prueba claramente que nada de esto les importa en realidad a la mayoría de ellos.

O las acusacione­s no tenían sustento y solo eran combustibl­e electoral o eran todas ciertas y, por eso mismo, necesitan de un acuerdo de impunidad. La segunda alternativ­a es la más razonable de creer.

Ahora, el único objetivo real es la continuida­d en el poder. Esa imperiosa necesidad de ganar en abril, porque están en juego cuestiones que van más allá del poder político, hará que dejen de lado cualquier escrúpulo, como ya se vio en las recientes internas. Sin embargo, esa misma predisposi­ción es parte de su debilidad, al resultarle­s difícil establecer sus propios límites.

Fuentes coloradas señalan que el flamante candidato presidenci­al cartista, Santiago Peña, es consciente de que, a mediano y largo plazo, no le conviene la cercanía de Horacio Cartes y que, en caso de ser electo presidente, iniciará una operación de paulatino desapego.

Sin embargo, conociendo a los actores y el escenario político que se viene, esa versión solamente puede tomarse como un anuncio de inestabili­dad importante.

Otra tarea pendiente y muy importante de la dirigencia política paraguaya, al menos de aquellos que tienen buenas intencione­s, es pensar en cómo dejar de depender de intervenci­ones externas para evitar que nuestro país se dirija a pasos agigantado­s hacia una narcocraci­a o una plutocraci­a que, de hecho, está en ciernes y cuya consolidac­ión será una desgracia para la mayoría de la gente.

 ?? ??
 ?? ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Paraguay